Los enfrentamientos entre detenidos que estallaron el martes en una prisión de Guayaquil, en el suroeste de Ecuador, dejaron "más de un centenar de muertos", informó este miércoles el Servicio Penitenciario del país (SNAI).
“Más de 100 detenidos murieron y 52 resultaron heridos” durante la ola de violencia, anunció la SNAI en su cuenta de Twitter. Un informe anterior hablaba de 30 presos muertos en estos enfrentamientos entre bandas rivales.
El conteo oficial de víctimas se hizo público poco después que el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretara el Estado de Emergencia en el sistema penitenciario por la nueva escalada de violencia y afirmara que tutelará “el comité de seguridad para coordinar las acciones necesarias que controlen la emergencia”
El motín, el segundo incidente más violento en las cárceles del país sudamericano en lo que va del año, se produjo en el Centro de Privación de la Libertad Número 1, conocido también como la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil.
El SNAI reportó que los reclusos estaban armados con pistolas y granadas, además de un ataque de drones. La policía también fue víctima de la ofensiva de los presos cada vez que intentaba ingresar.
“Nos reciben con proyectiles de armas de fuego, nos disparan (…) Nos atacaron con armas largas, armas cortas, tipo pistola, tipo revólveres, armas… con fusil”, confirmó Fausto Buenaño, comandante de Policía en Guayaquil, en declaraciones a los medios.
Un campo de batalla
Soldados y un tanque custodiaban el complejo el miércoles cuando la policía a caballo que patrullaba el perímetro fue confrontada por familiares preocupados por los hombres encerrados en el interior.
La Fiscalía Nacional reportó que al menos seis de los cerca de 100 muertos fueron decapitados y que dos policías resultaron heridos en el operativo para retomar el control del penal.
El sistema penitenciario de Ecuador se ha convertido en un campo de batalla para miles de presos vinculados a poderosas bandas de narcotraficantes mexicanos.
El 23 de febrero, disturbios simultáneos en cuatro cárceles, incluida la de Guayaquil, dejaron 79 reclusos muertos, varios de ellos decapitados.
* Con información de Néstor Aguilera y colaboración Lenny Castro.
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