La Corte Constitucional de Colombia fijó "estrictas condiciones" para la reanudación de la fumigación aérea con glifosato de cultivos ilícitos, suspendida oficialmente desde octubre de 2015 por problemas ambientales y de salud.
Aunque mantuvo la restricción, el alto tribunal indicó en un fallo que el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE), encargado de las políticas de erradicación, "solo podrá modificar la decisión de no reanudar" la fumigación aérea cuando se cumpla una serie de "características mínimas".
Entre ellas, que un órgano distinto e independiente a las entidades encargadas de ejecutar los programas de erradicación diseñe y reglamente una regulación para la aspersión aérea, según la sentencia divulgada la noche del miércoles.
"La regulación debe derivarse de una evaluación del riesgo a la salud y otros riesgos, como el riesgo al medio ambiente, en el marco de un proceso participativo y técnicamente fundado", afirma.
Cuando "se alerte sobre nuevos riesgos", se deberá revisar automáticamente el proceso por parte de entidades con capacidad de prevenir las afectaciones.
La corte, que vela por el cumplimiento de la Carta Magna, sostuvo que la decisión de levantar o mantener la suspensión "deberá fundarse en evidencia objetiva y concluyente que demuestre ausencia de daño para la salud y el medio ambiente".
El tribunal ordenó al ministerio del Interior, que preside el CNE, que en un plazo máximo de seis meses le informe sobre "las medidas legislativas y/o reglamentarias" adoptadas para cumplir su sentencia, así como de su implementación.
El fallo fue ordenado tras la revisión de una tutela interpuesta por comunidades indígenas y afrodescendientes del departamento del Chocó (noroeste) que reclamaron una consulta previa antes de que se fumigara su territorio, y afectaciones ambientales y en su salud.
Tras utilizarlo 15 años, Colombia fue el último país del mundo en suspender las aspersiones aéreas de este herbicida contra cultivos ilícitos por sus efectos nocivos.
Desde octubre de 2015, cuando la corte estableció que ante indicios de posibles daños a la salud se debía suspender el uso aéreo de esta sustancia, la erradicación de sembradíos ilegales se realiza de forma manual.
El gobierno inició en enero fumigaciones manuales con glifosato, tras un plan piloto que estableció protocolos ambientales y sanitarios.
Colombia es el principal cultivador mundial de hoja de coca, con 96.000 hectáreas de sembradíos, y también el mayor productor de cocaína, con 646 toneladas en 2015, según la ONU, que en julio pasado dio cuenta de una duplicación de los cultivos de coca en los últimos dos años, a niveles no vistos desde 2007.
El gobierno reconoció entonces que la interrupción de las fumigaciones aéreas podía "haber incidido" en el alza de las áreas cultivadas.
AFP