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Texas y Mississippi suspenden el uso de mascarillas y restricciones a negocios


Rótulos en las entradas de los negocios informan del requisito de usar máscaras. La orden estatal para las máscaras y otras restricciones será levantada el 10 de marzo. [Foto de archivo]
Rótulos en las entradas de los negocios informan del requisito de usar máscaras. La orden estatal para las máscaras y otras restricciones será levantada el 10 de marzo. [Foto de archivo]

El anuncio se produce en momentos en que las infecciones han disminuido, pero los expertos advierten que la pandemia está aún lejos de terminar.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, suspendió la orden de uso obligatorio de mascarillas y canceló las restricciones sobre los negocios, incluyendo bares y restaurantes, para que puedan operar a capacidad máxima a partir del 10 de marzo.

"Eliminar los mandatos estatales no termina con la responsabilidad personal", dijo Abbott, hablando desde un restaurante abarrotado donde muchos de los que lo rodeaban no usaban máscaras. "Ahora es el momento de abrir Texas al 100%".

El anuncio convierte a Texas en el estado más grande en poner fin a una orden destinada a prevenir la propagación del coronavirus que ha matado a más de 42.000 tejanos. Solo California y Nueva York han registrado más muertes por COVID-19 que este estado del sur del país.

El gobernador republicano ha enfrentado duras críticas de su partido por el mandato, que se impuso hace ocho meses, y por otras restricciones por el COVID-19, si bien solo se aplicó a la ligera, incluso durante los peores momentos de la pandemia.

El gobernador de Mississippi, Tate Reeves, hizo un anuncio similar después del de Abbott. Reeves reemplazó todos los decretos con "recomendaciones".

La decisión se produce cuando los gobernadores de los EE. UU. han aliviado las restricciones al coronavirus, a pesar de las advertencias de los expertos en salud de que la pandemia está lejos de terminar. Como el resto del país, Texas ha visto caer el número de casos y muertes.

Las hospitalizaciones se encuentran en los niveles más bajos desde octubre, y el promedio móvil de siete días de pruebas positivas se ha reducido a unos 7.600 casos, frente a los más de 10.000 a mediados de febrero.

La decisión de Abbott y Reeves se produce cuando las infecciones por COVID-19 se han desplomado en las últimas semanas en gran parte del mundo, incluido Estados Unidos.

Según un recuento de Reuters, se han reportado aproximadamente 68.240 nuevos casos en promedio cada día esta semana, o el 27% del promedio diario máximo informado el 7 de enero. Estados Unidos ha registrado 28.681.793 infecciones y 513.721 muertes relacionadas con el coronavirus desde que comenzó la pandemia.

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