Cientos de cristianos celebraron el Domingo de Pascua en la antigua Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, construida en el lugar donde creen que Jesús fue crucificado y sepultado antes de resucitar.
Los fieles oraron y cantaron himnos el domingo en la iglesia de la Ciudad Vieja de Jerusalén mientras hicieron fila para presenciar el edículo, un sitio que según la tradición marca la tumba de Jesús.
El año pasado se completó una restauración histórica del sitio, una tarea destinada a revertir los efectos de años de exposición al agua, la humedad y el humo de las velas. La estructura de piedra caliza y mármol se encuentra en el centro del templo, un edificio del siglo XII sobre los restos que datan del siglo IV.
Decenas de miles de fieles fueron sometidos a fuertes controles de seguridad para poder entrar el domingo a la Plaza de San Pedro y participar en la misa del Domingo de Pascua oficiada por el papa Francisco.
El pontífice comenzó las festividades pascuales con un tuit a su grey mundial: “Nuestra fe nace en la mañana de Pascua: ¡Jesús está vivo! La experiencia está en el corazón del mensaje cristiano”.
Las medidas de seguridad incluyeron la verificación de bolsas y el uso de detectores de metales a todos los que entraran a la plaza. La avenida Via Conciliazione, que conduce al Vaticano, así como las calles adyacentes más pequeñas, fueron cerradas al tráfico.
El Papa Francisco pidió además por la paz en Tierra Santa, dos días después de que 15 palestinos murieran en la frontera entre Israel y Gaza, diciendo que el conflicto “no respete a los indefensos”.
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El Papa, que también suplicó por "frutos de consolidación en Venezuela”, hizo el pedido en su mensaje “Urbi et Orbi” (a la Ciudad y al Mundo) desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro ante decenas de miles de personas que permanecían en la plaza adornada con flores, donde antes celebró una misa.
Francisco también pidió que se ponga fin inmediatamente al “exterminio” en Siria, solicitando que se facilite el acceso a la ayuda humanitaria al país. Además abogó por la paz en Sudán del Sur y la República Democrática del Congo.
El líder de la Iglesia Católica pareció referirse directamente a la violencia en Gaza ocurrida el viernes, invocando “frutos de reconciliación para Tierra Santa, que en estos días también está siendo golpeada por conflictos abiertos que no respetan a los indefensos”.
El ministro de Defensa israelí rechazó pedidos para una investigación por la muerte de 15 palestinos por parte de soldados durante una manifestación que se volvió violenta en la frontera entre Gaza e Israel.
El Papa también abogó para que Venezuela “encuentre la vía justa, pacífica y humana para salir cuanto antes de la crisis política y humanitaria que lo oprime, y no falten la acogida y asistencia a cuantos entre sus hijos están obligados a abandonar su patria”.
Francisco, además, rogó por la “paz para el mundo entero, comenzando por la amada y martirizada Siria, cuya población está extenuada por una guerra que no tiene fin”.
“Que la luz de Cristo resucitado ilumine en esta Pascua las conciencias de todos los responsables políticos y militares, para que se ponga fin inmediatamente al exterminio que se está llevando a cabo”, aseguró.
El Papa también espera que los “frutos de diálogo” promuevan la armonía y la paz en la Península de Corea, donde Seúl y Pyongyang realizarán el 27 de abril su primera cumbre en más de una década, después que el líder norcoreano, Kim Jong Un, prometió su desnuclearización.
Francisco, celebrando su sexta Pascua como líder de la Iglesia Católica desde su elección en 2013, instó a los fieles a trabajar para terminar con los “tantos actos de injusticia” en el mundo.
AP y Reuters