Líderes de la región, del sector privado y de la sociedad se han desplazado hasta la ciudad californiana de Los Ángeles para demandar y encontrar soluciones a problemas como la corrupción, la migración, la economía, las libertades, el cambio climático y la pandemia de COVID-10.
Pero, ¿En qué punto se encuentran los países de la región dentro de estos parámetros?
Corrupción
La corrupción y la falta de transparencia ha estado impactando a América Latina desde hace décadas. A lo largo de los años, varios escándalos han puesto a la región en el punto de mira.
Según indica el portal Transparencia Internacional, una organización no gubernamental que se encarga de monitorear la corrupción en el sector público, “los países de las Américas están paralizados en la lucha contra la corrupción y, a pesar de tener un amplio desarrollo legislativo y un compromiso regional para luchar contra este mal, la corrupción en las Américas continúa debilitando la democracia y los derechos humanos”.
La institución realiza cada año el llamado “Índice de la Percepción de la Corrupción” (IPC), un informe en el cual se evalúa a “180 países y territorios de todo el mundo por sus niveles percibidos de corrupción en el sector público” y cuyos resultados “se dan en una escala de 0 (muy corrupto) a 100 (muy limpio)”.
El informe más reciente indica que Canadá es el país de la región con menos índice de corrupción, con 74 puntos. Uruguay es el siguiente en el ranking con 73 puntos, convirtiéndose así en el país latinoamericano con una calificación más alta, incluso por delante de Estados Unidos, nación que ha sido valorado con 67 puntos.
“[EEUU] podría mejorar significativamente la capacidad de las autoridades estadounidenses para detectar e investigar los delitos financieros”, indica el texto en alusión a que el Congreso estadounidense aprobó el año pasado una legislación que exige a las empresas que proporcionen información sobre sus propietarios o beneficiarios reales a un registro central, que se creará este 2022.
Haití y Nicaragua, considerados por la institución como “países no democráticos”, obtienen 20 puntos y se encuentran en las posiciones más bajas de la clasificación.
Sólo Venezuela cuenta con menos puntuación: concretamente tiene 14 puntos, algo que, según el documento, lo convierte en el país más corrupto del continente y en el tercero más corrupto a nivel mundial, superado por Somalia, Siria y Sudán del Sur.
“La gran corrupción ha causado graves violaciones a los derechos sociales, incluyendo la educación, la salud y la alimentación. Asimismo, el sistema judicial se ha convertido en un instrumento de represión contra la disidencia y voces críticas”, dice el informe sobre el país suramericano.
Entre los países que empeoraron significativamente en los últimos años en materia de corrupción están Nicaragua, que bajó 9 puntos desde al año 2012, y Guatemala, cuya puntuación descendió 8 puntos también en comparación al año 2012.
La puntuación de Venezuela y Estados Unidos también bajó respecto a años anteriores. La calificación del primero decreció 5 puntos desde 2012, y el segundo disminuyó en 9 puntos desde el año 2015.
Migración
La migración es uno de los principales temas que se tratarán en la Cumbre, que tiene lugar mientras miles de migrantes continúan llegando hasta la frontera sur de Estados Unidos. Según datos de Seguridad Nacional y de la Patrulla Fronteriza, los altos índices de migrantes que llegan a esa frontera suponen un récord de más de dos décadas.
Para llegar a EEUU, muchos de esos migrantes inician travesías que duran semanas y se exponen a gran cantidad de peligros, como los que alberga el Tapón del Darién, una jungla perteneciente a Panamá que cuenta con una densa vegetación. Se trata de un lugar concurrido sobre todo por migrantes venezolanos.
“Las autoridades forenses panameñas han registrado hasta mayo al menos ocho migrantes fallecidos en su intento por cruzar la peligrosa jungla del Darién”, de acuerdo a un reporte de AP. Además, advirten que durante la temporada de lluvias de los próximos meses, la cifra de muertos podría crecer.
Se espera que el presidente Biden, que ha sido blanco de sus críticos por el manejo del tema migratorio, sostendrá el viernes una reunión con sus homólogos, donde firmaría la Declaración de Los Ángeles sobre migración.
Desde 1970 Estados Unidos es el país del mundo que recibe a más migrantes internacionales. Según el más reciente informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) la nación liderada por Joe Biden cuenta con 47 millones de migrantes internacionales, lo que supone que un 15,3% de la población que reside en EEUU tiene su origen en otros países.
Canadá, por su parte, tiene entre sus fronteras a 8,05 millones de migrantes, por lo que la región de América del Norte cuenta con casi 59 millones de migrantes internacionales, lo que equivale al 21 % de la población mundial de migrantes, según la OIM.
Economía
Si la economía a nivel mundial ha estado golpeada por la pandemia de COVID-19, el conflicto armado entre Rusia y Ucrania aún empeoró más la situación.
“Abrió una nueva fuente de incertidumbre para la economía mundial y está afectando negativamente el crecimiento global, estimando en 3,3 % un punto porcentual menos de lo que se proyectaba antes del inicio de las hostilidades”, expone el último informe de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL).
La organización señala que en Latinoamérica, “el menor crecimiento esperado se verá acompañado por una mayor inflación y una lenta recuperación del empleo”.
Según el informe, las economías de América del Sur crecerán un 1,5%, las de América Central y México un 2,3 %, y las del Caribe (excluyendo Guyana) aumentarán un 4,7 %. Por su parte, la economía de Estados Unidos tendrá un ascenso de un 2,8 %, 1,2 puntos por debajo de lo proyectado antes de la guerra.
“Se espera que la dinámica del comercio mundial se vea negativamente afectada por el conflicto bélico, lo que provocaría una disminución de la demanda externa de América Latina y el Caribe", indica la CEPAL.
Libertades
Varias organizaciones no gubernamentales como Freedom House han alertado de la decadencia en materia de democracia y libertades a nivel mundial: “Toda libertad se enfrenta a una grave amenaza. En todo el mundo, los enemigos de la democracia liberal, una forma de autogobierno en la que se reconocen los derechos humanos y todas las personas tienen derecho a un trato igualitario ante la ley, están acelerando sus ataques”.
Según Freedom in the World, el último reporte de la institución, el cual evalúa los derechos políticos y libertades civiles de los países, Cuba es considerada como una nación “no libre” y constituye la nación de las Américas con menos libertades con 12 puntos sobre 100.
“El estado comunista de partido único de Cuba prohíbe el pluralismo político, prohíbe los medios independientes, suprime la disidencia y restringe severamente las libertades civiles básicas. El gobierno sigue dominando la economía a pesar de las reformas recientes que permiten cierta actividad del sector privado. El carácter antidemocrático del régimen no ha cambiado a pesar de una transición generacional en el liderazgo político entre 2018 y 2021 que incluyó la introducción de una nueva constitución”, señala el documento.
Con 14 puntos sobre 100, Venezuela también cuenta con una puntuación baja dentro del ránking, y es considerado como un país “no libre” por la organización. El informe detalla que las instituciones democráticas de Venezuela “se han deteriorado desde 1999, pero las condiciones han empeorado de manera considerable en los años recientes debido a la represión más dura hacia la oposición”. También señala que “el partido gobernante confía en unas elecciones condenadas de manera amplia para controlar todas las ramas del gobierno” y que “las autoridades han cerrado prácticamente todos los canales para la disidencia política, restringiendo libertades civiles y enjuiciando a los percibidos como opositores sin el debido proceso”.
Nicaragua, con 23 puntos, también es considerado por el estudio como un país “no libre”. “Las elecciones del líder sandinista Daniel Ortega en 2006 empezó un período de deterioro democrático marcado por la consolidación de todas las ramas del gobierno bajo el control de su partido, limitación de libertades fundamentales, y la corrupción desenfrenada en el gobierno”, dice el texto.
Colombia es un país clasificado como “parcialmente libre”. Cuenta con 64 puntos, un punto por debajo que el año anterior. Aunque el informe relata que “Colombia se encuentra entre las democracias más antiguas de América Latina”, afirma que el país “enfrenta enormes desafíos para consolidar la paz y garantizar los derechos políticos y las libertades civiles fuera de las principales áreas urbanas”.
Estados Unidos cuenta con 83 puntos. El informe señala que, aunque EEUU tiene “una sólida tradición de estado de derecho y libertades de expresión y creencias religiosas, además de una amplia gama de otras libertades civiles, en los últimos años sus instituciones democráticas han sufrido erosión, como se refleja en la presión partidista sobre el proceso electoral, el sesgo y la disfunción en el sistema de justicia penal, las políticas dañinas sobre inmigración y solicitantes de asilo, y las crecientes disparidades en la riqueza, las oportunidades económicas y la política”.
Con 97 puntos, Uruguay es el país latinoamericano con una valoración más alta. El documento destaca que la nación tiene “una estructura de gobierno democrática históricamente sólida, y un historial positivo de defensa de derechos políticos y libertades civiles, al mismo tiempo que trabaja para la inclusión social”. Sin embargo, también destaca que aún “existen disparidades en el tratamiento y la representación política de mujeres, personas transexuales, uruguayos afrodescendientes y la población indígena”.
Cambio Climático
Se espera que la lucha contra el cambio climático también sea uno de los temas centrales de la IX Cumbre de las Américas. Naciones Unidas califica al cambio climático como “el mayor desafío de nuestro tiempo” y detalla que “si no se toman medidas drásticas desde ya, será mucho más difícil y costoso adaptarse a sus efectos en el futuro”.
Si bien todo el continente se enfrenta a una crisis climática sin precedentes, hay lugares, como Centroamérica y el Caribe, que pueden ser afectadas de manera más grave. A causa de la agudización del cambio climático, estas zonas podrían sufrir huracanes más extremos, el aumento del nivel del océano, y tener menos disponibilidad de agua. Es por eso que muchas personas de la región deciden emigrar.
El cambio climático se debe principalmente a los gases de efecto invernadero, que según relata la ONU, son producidos por “la quema de combustibles fósiles”, y, como consecuencia éstos “actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas”.
Para reducir los efectos del cambio climático, tras el acuerdo de París de 2016, se acordaron las llamadas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés) que según la ONU “representan una serie de compromisos asumidos por los países para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero”.
¿Pero, ¿Qué está haciendo la región de las Américas para cumplir con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional?
Tal y como muestra el mapa superior, extraído del último informe sobre la brecha de emisiones de la ONU, Canadá, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Colombia, Perú, Guyana Francesa, Surinam, Chile y Argentina, presentan Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional nuevas o actualizadas con emisiones en 2030 más bajas que las NDC anteriores.
Por otro lado, México, Brasil, y Paraguay tienen NDC nuevas o actualizadas con emisiones en 2030 iguales o superiores a las NDC anteriores.
Finalmente, Uruguay, Bolivia, Venezuela, Cuba, y Haití no tienen actualizaciones respecto a las NDC.
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