Los demócratas del sur de país están convencidos que deben volver a sus raíces para ganar el terreno perdido en las últimas elecciones, donde los republicanos se apoderaron de la mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
De esta manera esperan retomar un discurso claro en defensa de sus principios, que sin llegar a ser tan populistas apelen a mejorar las condiciones para la clase media trabajadora de Estados Unidos.
Algunos de los aspectos que deben defender son las mejoras en el tema educativo, el gasto en obras públicas, leyes más fuertes sobre derechos electorales, leyes bancarias más estrictas y mejores políticas laborales como el aumento del salario mínimo.
En pocas palabras, argumentan algunos analistas, apoyar las políticas del presidente Barack Obama y no mantener un doble mensaje.
Para el senador estatal de Nueva Orleans, JP Morrell una de las causas de la derrota demócrata fue el lenguaje confuso al evitar apoyar al gobierno de Barack Obama. "Debemos explicar por qué las políticas económicas que defendemos como demócratas benefician realmente a las personas comunes y corrientes", dijo Morrell.
En este contexto los demócratas, en especial, al sur de país enfrenta un gran reto: El encontrar candidatos suficientemente convincentes como para aspirar a ganar en las elecciones de 2016.
Cabe destacar que el próximo seis de diciembre se realizará una segunda vuelta para definir el escaño para senador de Louisiana, donde la actual senadora demócrata Mary Landrieu aspira una reelección, pero según un sondeo a boca de urna las probabilidades son escasas.
De perder Landrieu no quedará ningún gobernador ni senador demócrata en un territorio que se extiende desde las Carolinas hasta Texas.