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Distracciones y reacciones exageradas


Los niños que son diagnosticados con ADHD tienen problemas para terminar sus tareas o concentrarse en una actividad.
Los niños que son diagnosticados con ADHD tienen problemas para terminar sus tareas o concentrarse en una actividad.

Entre un 3 y 7% de los niños estadounidenses son diagnosticados con el déficit de atención e hiperactividad y la única cura es aprender a manejar el trastorno.

Más de cinco millones de niños y adolecentes estadounidenses son diagnosticados con déficit de atención e hiperactividad, ADHD por sus siglas en inglés. Esta condición hace difícil, pero no imposible, concentrarse y completar tareas.

Cuando Katherine Ellison se dio cuenta que estaba constantemente gritando a su hijo para que se callara no sabía que él padecía de ADHD, ni que ella lo tenía también. La travesía por entender e investigar esta enfermedad se convirtió en un libro que Ellison tituló, El año de poner atención.

Buzz Ellison tuvo muchos problemas en la escuela primaria: nunca podía sentarse quieto, estaba constantemente saltando en clase, no ponía atención a los maestros y no se concentraba en las tareas. Su madre, Katherine Ellison, dice que él siempre estaba en problemas.

“Su actitud sobre la escuela cambio. Creo que era objeto de burlas por parte de sus compañeros y de sus profesores, quienes insistían que él podía hacer las cosas que en realidad no era capaz de hacer. Recibía mucha crítica negativa”, explica Ellison.

Katherine Ellison, ganadora del premio Pulitzer por periodismo investigativo, dice que no entendía por qué su hijo se comportaba así, y reconoce que su propio comportamiento no ayudaba.

A Buzz le diagnosticaron ADHD cuando tenía nueve años, y como les sucede a muchos padres de familia con niños que tienen ADHD, Ellison se enteró, al mismo tiempo, que ella también padecía de este desorden mental.

Ellison y Buzz decidieron trabajar juntos en el tratamiento de su trastorno y escribir un libro sobre su experiencia.

"Empezamos escribiendo un contrato, que fue terrible, porque cambió la perspectiva de ser un problema vergonzoso a compartir un proyecto de explotación en común", explicó Ellison. "Sabía que Buzz iba a cooperar conmigo porque él quería un porcentaje de las ganancias del libro. De repente, dejamos de ser antagonistas para convertirnos en socios."

El libro relata los tratamientos, medicaciones y los detalles por los que atravesaron durante este proceso que incluyó la alteración de la forma de comunicarse entre madre e hijo.

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