El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó el miércoles establecer sanciones contra la compañía responsable del proyecto del gasoducto Nord Stream 2 y contra sus principales funcionarios, como respuesta a la escalada de tensión en Ucrania.
“Hoy he dado indicaciones a mi Administración para que imponga sanciones contra el gasoducto Nord Stream 2 y sus funcionarios corporativos”, indicó el mandatario en un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
Biden explicó que se trata de un adelanto de un paquete mayor de sanciones contra el gobierno del presidente Vladimir Putin por sus últimas acciones contra Kiev. La medida, reconoció el mandatario, hace que Occidente eche a un lado la posibilidad de abastecerse del gas ruso.
La decisión de sancionar a este gasoducto, que se extiende por debajo el mar Báltico desde Rusia hasta Alemania, se produce un día después de que Berlín suspendiera su autorización. Biden explicó que la sanción fue tomada de conjunto con el canciller alemán, Olaf Scholz.
Una ventana a la disuasión
A pesar del anuncio, también este miércoles, por parte de Washington de que las fuerzas rusas prácticamente han completado sus operaciones para atacar Ucrania, la Casa Blanca insiste en una ventana a la diplomacia.
“El objetivo de las sanciones es prevenir y disuadir una invasión más amplia”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en intercambio con los periodistas.
Más temprano el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, expresó: “Estamos ansiosos por comprometernos a evitar lo que sería un conflicto brutal y costoso, pero como hemos dicho, la diplomacia no puede tener éxito a menos que Rusia cambie de rumbo".
El martes, Washington anunció una primera ronda de medidas que incluyen la negativa de operaciones a dos importantes instituciones financieras rusas: VEB y Promsvyazbank, este último el vehículo para financiar al ejército de Rusia. También fueron incluidos importantes funcionarios –y sus familiares- del gobierno de Putin.
Las autocracias “se unen”
En la rueda de prensa, el portavoz Price fue interrogado por la Voz de América sobre la posición del Departamento de Estado ante las alianzas que el Kremlin ha establecido con algunos gobiernos en el continente americano.
“Lo que estamos viendo es que las autocracias de todo el mundo se unen”, dijo Price.
Moscú ha sellado alianzas recientemente con los mandatarios Nicolás Maduro en Venezuela, Daniel Ortega en Nicaragua y Miguel Díaz-Canel en Cuba, lo que ha sido visto por los expertos como un desafío la hegemonía de Washington en la región.
“Ciertamente hemos visto a Moscú llegar a algunos de los gobiernos más represivos, autocráticos y antidemocráticos en este hemisferio. Eso incluye a Nicaragua, eso incluye a Cuba, eso incluye Venezuela”, zanjó Price.
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