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¿Y si paralizan el gobierno?


Cientos de miles de empleados federales de EE.UU. se verían temporalmente perjudicados por falta de dinero.

Republicanos y demócratas no terminan de alcanzar un acuerdo en el Congreso sobre el presupuesto de EE.UU.para lo que resta de año, y si no logran hacerlo antes de la medianoche del viernes un estimado de 800 mil empleados federales se verían temporalmente sin trabajo y sin salario.

Esa fue la cifra de trabajadores federales afectados cuando en 1995 se produjo un cierre temporal de los servicios del Estado debido a una controversia similar.

Lo que se busca entre republicanos y demócratas es llegar a un acuerdo que permita reducir sustancialmente el déficit fiscal de la nación y que puedan quedar cubiertos los gastos federales hasta el próximo 30 de septiembre.

De lo contrario, los primeros que se enterarían son los 4,4 millones de personas que trabajan para el gobierno de EE.UU., de los que sólo seguirían laborando los que están considerados bajo la categoría de esencial, incluidos militares y personal de seguridad.

Si no lo están, parte del millón 900 mil empleados civiles del gobierno podrían quedar sin trabajo con licencia por suspensión temporal, y según el diario The Washington Post sólo una parte “tendrían derecho a beneficios por desempleo si el cierre se prolonga más allá de unos cuantos días”.

Los que en el pasado se han visto en tal situación recibieron sueldo, pero de acuerdo con el periódico “ahora el clima político es diferente, y los legisladores podrían estar menos dispuestos a hacerlo.

Si el cierre dura más de una semana, incluso los militares considerados como personal esencial puede que tengan que ir a trabajar sin paga, dijo el Post.

Las cortes federales seguirían funcionando al menos por otras dos semanas, operando con los fondos que tienen en existencia.

Pero el Servicio de Rentas Internas (IRS) estará cerrado, y los que esperan por una devolución de dinero tras haber presentado su declaración de impuestos tendrán que llenarse de paciencia, no así los beneficiarios de la Seguridad Social, que no se verían afectados.

El presidente Barack Obama advirtió el miércoles que si el gobierno federal se queda sin recursos financieros, la economía se vería perjudicada en momentos en que está ganando impulso.

Con cierto humor negro, el diario The New York Times describió la situación así: “El Zoológico Nacional estará cerrado, pero los leones tendrán que seguir siendo alimentados”.

Un grupo de 21 senadores demócratas está tratando de aprobar un proyecto de ley para dejar de pagarles también a los miembros del Congreso y al presidente.

“Si no podemos hacer nuestro trabajo y mantener funcionando el gobierno, no debemos recibir nuestros cheques”, escribieron los legisladores al presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.

A los gobiernos estatales que están en peor situación financiera que la que tenían durante los cierres de 1995 y 1996, podían esperarles días difíciles, puesto que no sólo se verían afectados los fondos federales para la educación superior, investigaciones y entrenamientos de agentes de la ley.

También sufrirían los efectos de los contratos gubernamentales aún por pagar, que quedarían en el aire, y el cierre de parques nacionales y de oficinas federales afectaría además las industrias locales y el turismo.

Eso sin contar, que algunos economistas han dicho que la paralización del gobierno podría arrastrar rápidamente a la economía de vuelta a una recesión.

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