El gobierno de EE.UU. dio la bienvenida a la "transición pacífica" de poder en Gambia, donde el presidente saliente, Yahya Jammeh, accedió a entregar el mando a Adama Barrow, elegido en las urnas el pasado 1 de diciembre.
"Aplaudimos el compromiso con la democracia y la moderación mostrados por el pueblo gambiano en las últimas semanas", declaró en un comunicado el portavoz interino del Departamento de Estado, Mark Toner.
El portavoz dijo que EE.UU. aprecia la decisión de Jammeh de "salir pacíficamente de Gambia" y respalda el llamamiento de Barrow para que "los gambianos se unan y trabajen juntos como hermanos y hermanas".
"Estados Unidos está orgulloso de nuestros estrechos lazos con el pueblo de Gambia y espera colaborar estrechamente con el presidente Barrrow y su equipo para cumplir las aspiraciones de todos los gambianos", concluyó Toner.
Jammeh abandonó el sábado por la noche la capital de Gambia, Banjul, con destino a Guinea Ecuatorial, país que le ha ofrecido asilo para poner fin a la crisis política, después de anunciar que cedía el poder tras 22 años al frente.
El presidente saliente finalmente cedió a las presiones diplomáticas y la amenaza de intervención militar de un bloque de países de África Occidental.