El sondeo, encargado por organizaciones cristianas para conocer la opinión de los latinos acerca de la Biblia y la religión, arrojó que aunque casi todos los hispanos que viven en el país tienen en su casa un libro de la Sagrada Escritura, menos del 10 por ciento lo lee.
En adición, según la encuesta, menos de la cuarta parte se remite a la Biblia a la hora de adoptar decisiones sobre asuntos tan importantes como el trabajo y la educación, y donde más influencia tiene, en cuanto al matrimonio y la crianza de los hijos, nunca rebasa el 50 por ciento.
Para las iglesias cristianas los hispanos constituyen en potencia una feligresía importante puesto que cuatro de cada cinco de ellos se identifican como tales: católicos o protestantes.
Según David Kinnaman, presidente de la firma que hizo la encuesta, “los latinos se muestran conservadores en temas sociales, moderados en temas políticos y muy pragmáticos sobre cómo aplican la religión en su sitio de trabajo”.