El gobierno de Estados Unidos reiteró su pedido a las autoridades cubanas para que permitan al contratista estadounidense Alan Gross, encarcelado en la isla, visitar a su madre enferma de cáncer.
Por medio de su vocero William Ostick, el Departamento de Estado recordó a La Habana que recientemente Washington dio autorización al espía cubano René González para que viajara a la isla a ver un hermano, quien también sufre un cáncer pulmonar inoperable.
La nota del Departamento de Estado subraya que la señora Evelyn Gross, de 90 años, ha expresado el deseo antes de morirse de poder ver a su hijo, quien cumple 15 años de cárcel en Cuba por haber llevado a la comunidad judía de la isla equipos para que se pudieran conectar a Internet.
El comunicado señala también que el gobierno cubano debe poner fin de manera definitiva al “encarcelamiento injustificado” de Gross, quien guarda prisión en La Habana desde diciembre de 2009.
En un artículo publicado el fin de semana por el diario The Washingnton Post, la esposa del contratista, Judith Gross, dijo que "no hay nada más angustioso que la pérdida de un ser querido. El dolor se hace todavía mayor si no se puede decir adiós, si no se pueden confortar el uno al otro".
Hace apenas cuatro días, René González, uno de los cinco agentes cubanos condenados por espionaje en EE.UU. y que actualmente disfruta de libertad condicional, regresó de Cuba luego de haber estado dos semanas en la isla con un permiso judicial estadounidense para visitar a su hermano enfermo.
Después de cumplir 13 años de su sentencia, González fue el primero de cinco espías cubanos en salir de prisión, aunque debe permanecer todavía otros tres años en EE.UU. bajo régimen de libertad condicional.
Por medio de su vocero William Ostick, el Departamento de Estado recordó a La Habana que recientemente Washington dio autorización al espía cubano René González para que viajara a la isla a ver un hermano, quien también sufre un cáncer pulmonar inoperable.
La nota del Departamento de Estado subraya que la señora Evelyn Gross, de 90 años, ha expresado el deseo antes de morirse de poder ver a su hijo, quien cumple 15 años de cárcel en Cuba por haber llevado a la comunidad judía de la isla equipos para que se pudieran conectar a Internet.
El comunicado señala también que el gobierno cubano debe poner fin de manera definitiva al “encarcelamiento injustificado” de Gross, quien guarda prisión en La Habana desde diciembre de 2009.
En un artículo publicado el fin de semana por el diario The Washingnton Post, la esposa del contratista, Judith Gross, dijo que "no hay nada más angustioso que la pérdida de un ser querido. El dolor se hace todavía mayor si no se puede decir adiós, si no se pueden confortar el uno al otro".
Hace apenas cuatro días, René González, uno de los cinco agentes cubanos condenados por espionaje en EE.UU. y que actualmente disfruta de libertad condicional, regresó de Cuba luego de haber estado dos semanas en la isla con un permiso judicial estadounidense para visitar a su hermano enfermo.
Después de cumplir 13 años de su sentencia, González fue el primero de cinco espías cubanos en salir de prisión, aunque debe permanecer todavía otros tres años en EE.UU. bajo régimen de libertad condicional.