Abd al Hadi al Iraqi, de origen iraquí, está acusado de haber sido enlace de al Qaeda y los talibanes para la realización de varios ataques suicidas en Afganistán entre 2001 y 2004, y encara una condena a cadena perpetua.
El recluso está internado desde 2007 en la base, en la isla de Cuba, en el mismo campo compartido por otros detenidos relevantes, entre ellos cinco implicados en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU.
La acusación debe ser revisada y aprobada por un oficial legal del Pentágono antes de proceder con la instrucción de cargos al detenido.
Esta es la segunda vez que se presentan formalmente cargos contra un prisionero en Guantánamo en nueve meses. El anterior fue el saudita Ahmed Mohammed Ahmed Haza al Darbi, quien fue acusado en agosto de 2012 de atentar contra instalaciones petroleras en Yemen.
Desde que fue abierta la prisión en la base, en 2002, solo siete prisioneros han sido convictos por tribunales militares.