El gobierno de Estados Unidos anunció un incremento del 50 por ciento en los fondos que destina para instrucción militar y programas de entrenamiento en países del sudeste asiático.
Chuck Hagel, jefe del Pentágono, hizo el anuncio durante un discurso en el Instituto de Seguridad y Defensa de Malasia, en Kuala Lumpur, y dijo que el presupuesto con ese fin asciende ahora a $90 millones de dólares.
La decisión es resultado del cambio de estrategia de Washington cuyo enfoque en la región Asia-Pacífico se acrecienta.
Hagel dijo que EE.UU. busca un nuevo balance de compromisos diplomáticos, económicos y de seguridad en el área “para reflejar la prominencia e importancia del emergente sudeste de Asia”.
En su discurso, el secretario de Defensa de EE.UU. subrayó la importancia de que potencias emergentes como China e India participen en una nueva arquitectura de seguridad para la región.
Sin embargo, China, que tiene una serie de litigios territoriales con varios países, entre ellos Vietnam y Filipinas, ha manifestado preocupación ante el creciente interés de Washington en la región, lo que Pekín ve como un intento de cercar a los chinos y de envalentonar a sus vecinos.
Chuck Hagel, jefe del Pentágono, hizo el anuncio durante un discurso en el Instituto de Seguridad y Defensa de Malasia, en Kuala Lumpur, y dijo que el presupuesto con ese fin asciende ahora a $90 millones de dólares.
La decisión es resultado del cambio de estrategia de Washington cuyo enfoque en la región Asia-Pacífico se acrecienta.
Hagel dijo que EE.UU. busca un nuevo balance de compromisos diplomáticos, económicos y de seguridad en el área “para reflejar la prominencia e importancia del emergente sudeste de Asia”.
En su discurso, el secretario de Defensa de EE.UU. subrayó la importancia de que potencias emergentes como China e India participen en una nueva arquitectura de seguridad para la región.
Sin embargo, China, que tiene una serie de litigios territoriales con varios países, entre ellos Vietnam y Filipinas, ha manifestado preocupación ante el creciente interés de Washington en la región, lo que Pekín ve como un intento de cercar a los chinos y de envalentonar a sus vecinos.