El presidente Donald Trump realizó su primer mitin de campaña desde el comienzo de la pandemia de coronavirus en Tulsa, Oklahoma, el sábado por la noche.
El evento fue diseñado para ser una muestra de fuerza política para revitalizar su base de seguidores antes de las elecciones de noviembre, pero fue eclipsado por los temores de coronavirus y una participación menor a la esperada.
El mandatario dijo que "la mayoría silenciosa es más fuerte que nunca", llamó a sus partidarios "guerreros" y atacó temas familiares de campaña que incluyen presumió de los nombramientos judiciales conservadores durante su mandato, así como de los bajos impuestos, el mercado bursátil en auge, el muro en la frontera sur con México, y el aumento del presupuesto militar.
El discurso de 1 hora y 40 minutos estuvo lleno de ataques contra su rival demócrata y candidato presidencial Joe Biden, la "izquierda radical" y las "noticias falsas".
Trump defendió el manejo de la pandemia por parte de su administración, culpando a los altos números de las extensas pruebas COVID-19.
"Cuando hagas pruebas hasta ese punto, encontrarás más personas, encontrarás más casos. Entonces, le dije a mi gente, reduzca la velocidad de las pruebas, por favor ", dijo el mandatario, afirmando que su administración" salvó millones de vidas".
Estados Unidos tiene más de 2.2 millones de casos de coronavirus y 119,000 muertes en todo el país.
Un funcionario de la Casa Blanca aclaró el comentario del presidente después del mitin, indicando que: "Estaba hablando claramente en broma para llamar la atención a la cobertura absurda de los medios. Somos líderes mundiales en pruebas, y estamos orgullosos de haber realizado más de 25 millones de pruebas", dijo el funcionario en un comunicado.
Trump se refirió al nuevo coronavirus como la "gripe Kung" y culpó a Beijing de la pandemia.
Sobre los llamados de algunos en la izquierda para destituir a la policía, el sugirió el peligro que puede traer para los ciudadanos la desprotección, usando por primera vez después de su campaña electoral de 2016, la palabra "hombre".
"Es la 1 de la mañana", dijo, “Un hombre muy rudo está entrando por la ventana de la casa de una mujer cuyo marido está fuera como vendedor ambulante o lo que sea que haga. Llamas al 911(número de emergencias) y dicen lo siento, este número ya no funciona".
En 2016, durante su campaña electoral Trump calificó a las personas que llegaron ilegalmente a los Estados Unidos como "malos hombres" y pidió su deportación.
El discurso en Tulsa se centró principalmente en cuestiones domésticas, sin embargo, el presidente Trump recordó que durante su tiempo en el poder Estados Unidos eliminó al líder de ISIS Abu Bakr al-Baghdadi y al mayor general del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, Qassem Soleimani. Mencionó a China al menos 11 veces, principalmente en el contexto de culpar a esa nación por la pandemia y la guerra comercial, y llamó al presunto candidato presidencial demócrata Joe Biden "un títere de China".
El presidente criticó al movimiento Black Lives Matter y la cobertura mediática de las protestas que han sacudido el país durante semanas desde la muerte del 25 de mayo de George Floyd, un hombre negro que murió bajo la custodia de agentes de policía de Minnesota.
"Nunca hablan de COVID", dijo Trump, "Ves a 25,000 personas caminando por la Quinta Avenida o caminando por la calle de una ciudad dirigida por los demócratas, nunca los escuchas decir que no llevan la máscara".
Condenó también las violentas acciones en todo el país para eliminar o reemplazar los monumentos en honor a los generales confederados, y dijo a sus partidarios: "Esta cruel campaña de censura y exclusión viola todo lo que apreciamos como estadounidenses. Quieren demoler nuestra herencia para poder imponer un nuevo régimen opresivo en su lugar".
El mandatario refutó la cobertura negativa y las especulaciones sobre su salud después de su reciente discurso en West Point, donde pareció caminar con dificultad por una rampa y usó ambas manos para beber de un vaso de agua.
"El escenario era más alto que este y la rampa tenía probablemente 9 metros de largo", dijo Trump, comparándolo con "una pista de patinaje sobre hielo". Indicó que su brazo estaba cansado de "saludar 600 veces" y queriendo evitar derramar agua sobre su corbata de seda, recreando el momento, Trump tomó agua de un vaso y luego lo arrojó a un lado en medio de los aplausos de la multitud.
Participación menor a la esperada
La campaña de Trump canceló los discursos tanto del presidente como del vicepresidente a los partidarios fuera del Centro BOK, cuando la asistencia parecó no cumplir con las expectativas. La campaña había promocionado los discursos duales de cada líder para resaltar la gran participación que esperaban en Tulsa.
La campaña culpó a los manifestantes y a los medios de comunicación por la baja participación. “Lamentablemente, los manifestantes interfirieron con los partidarios, incluso bloquearon el acceso a los detectores de metales, lo que impidió que la gente entrara a la concentración. Los manifestantes radicales, junto con un ataque implacable de los medios, intentaron atemorizar a los partidarios del presidente ", dijo el portavoz de la campaña, Tim Murtaugh, en un comunicado emitido antes del evento.
Pero periodistas en el lugar negaron la declaración del vocero de campaña de Trump de que los manifestantes hicieron que grandes grupos de personas se alejaran del evento.
Trump había dicho a principios de semana que la campaña había recibido casi un millón de solicitudes de entradas para el mitin.
Dentro del lugar del evento, la multitud presente, aplaudió a Trump, que parecía enérgico y ansioso por impulsar un esfuerzo de reelección golpeado por una pandemia y manifestaciones nacionales contra el racismo.
El comediante negro y partidario de Trump, Terrence K. Williams, quien asistió al mitin, tuiteó su apoyo al presidente, diciendo "todos somos estadounidenses" y señalando que los eventos de Trump son para todos.
Miedo a la pandemia
La campaña de Trump realizó controles de temperatura y entregó máscaras faciales y desinfectante para manos a los asistentes. Pero muchos de los miles de partidarios de Trump no llevaban máscaras mientras vitoreaban hombro con hombro al presidente en una arena con una capacidad para 19,000 personas.
Josie Saltarelli, de 38 años, una paramédico de Tulsa, dijo que no estaba preocupada por el coronavirus. "La gente muere de otras cosas todo el tiempo", dijo.
La Corte Suprema de Oklahoma rechazó el viernes una solicitud de los residentes locales para que se requiera quienes asisten a mitines usar máscaras para evitar la propagación del coronavirus, y dictaminó que los residentes no tenían un derecho legal claro de buscar dicho mandato.
Antes del evento en Tulsa, la campaña anunció que seis miembros del personal de la campaña de Trump que ayudaron a preparar el mitin dieron positivo por el coronavirus. Murtaugh, el portavoz de la campaña, dijo que esas personas no asistirían a la concentración y que seguirían los procedimientos de cuarentena.
(Resumen de original en inglés de Patsy Widakuswara, VOA)