NUEVA YORK (AP) _ La audiencia televisiva de la noche dominante de Bruno Mars en los premios Grammy fue más escasa en casi una década, y una fuerte caída de 24 por ciento con respecto al programa del año anterior.
La compañía Nielsen calculó el lunes que 19,8 millones de personas vieron los Grammy, en comparación con los 26,1 millones del año pasado. Era la audiencia más pequeña de los Grammy desde que 19 millones lo vieron en 2009.
El show de este año sufrió por la falta de grandes estrellas, como Adele, Beyoncé y Taylor Swift, que estuvieron ausentes del escenario. Fue anunciado como una gran noche para el rap, y aunque ese puede ser el estilo más popular de la música ahora, puede no haber sido atractivo para algunos fanáticos de la música informal.
El rapero Kendrick Lamar abrió con un popurrí que presentaba a bailarines siendo derribados por balas. El comediante Dave Chappelle incluso ofreció una explicación para los televidentes que pudieron sentirse incómodos: "Lo único más aterrador que ver a un negro ser honesto en Estados Unidos es que un negro sea honesto en Estados Unidos'', dijo.
El programa tuvo contenido político, incluido un cameo de Hillary Clinton que leía el best-seller de Michael Wolff sobre la administración Trump, "Fire and Fury", y comentarios sobre los derechos de las mujeres y la violencia armada.
Fue una teoría popular en Fox News Channel que una "diatriba anti-Trump" fue responsable de que algunos espectadores se mantuvieran alejados.
"Puedo imaginar que los aparatos se apagan cuando se vuelve tan político '', dijo Ainsley Earhardt, presentadora de "Fox & Friends'', el programa matutino favorito del presidente.
La disminución de espectadores fue notable en comparación con otros premios recientemente. Las transmisiones más recientes de los Globos de Oro y los Oscar bajaron un 4 por ciento respecto del año anterior, mientras que la audiencia de los Emmy de septiembre pasado fue más o menos la misma que el año anterior, dijo Nielsen.
La audiencia de los Grammy en general ha sido de entre 20 y 30 millones en la última década, desde un máximo de 39,9 millones de personas que los vieron en 2012, cuando los premios tuvieron lugar poco después de la muerte de Whitney Houston.