El presidente Barack Obama visitó una de las sinagogas más grandes de Washington, donde destacó la respuesta de su administración al resurgimiento del antisemitismo en Europa y los aportes de los judío-americanos a la sociedad y cultura estadounidense.
El discurso en la Congregation Adas Israel coincide con el Sabbat solidario en el que funcionarios del gobierno en Estados Unidos y Europa van a sinagogas a mostrar su apoyo a las comunidades judías en ambos lados del Atlántico.
"La herencia -judía- que celebramos este mes es un testimonio del poder de la esperanza. Hoy estoy aquí ante ustedes, en esta increíble congregación y es un testimonio de esperanza. Es una repulsión al cinismo, una repulsión al nihilismo. Y nos inspira a tener fe que nuestro futuro, como nuestro pasado está formado por los valores que compartimos", dijo el presidente Obama.
Setenta años después del Holocausto, un gran número de judíos han abandonado Europa o están considerando hacerlo porque temen por su seguridad. Judíos han sido amedrentados y golpeados y fueron objetivo de asesinatos en ataques recientes por militantes islamistas en París y Copenhague.
“Un discurso del presidente estadounidense no puede impedir que los judíos hagan una evaluación de si es seguro estar allí para ellos o para sus hijos o sus nietos” dijo Jason Isaacson del Comité Judío Estadounidense.
Sin embargo, agregó que “el presidente puede inspirar y alentar a líderes europeos a asumir el tema y hacer de la lucha contra el antisemitismo una lucha para proteger los valores europeos”.
La visita del presidente Obama a la sinagoga sigue a fricciones con Israel y algunos líderes judíos por su estrategia para un acuerdo nuclear con Irán. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha criticado el acuerdo calificándolo de débil.