Legisladores estadounidenses de ambos partidos han utilizado los ataques terroristas de la semana pasada en Francia para enfrentarse sobre la reforma del sistema de inmigración.
El financiamiento de las operaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), así como la acción ejecutiva del presidente Barack Obama en inmigración, se encuentran en el fuego cruzado.
El ataque terrorista en París envió ondas de choque en todo el mundo y generó una lucha política en el Capitolio.
Los republicanos acusan a la administración Obama de no aplicar la ley de inmigración, lo que según ellos pone en peligro a Estados Unidos.
"Si bien hay muchos factores que juegan en la propagación de esta ideología yihadista en Occidente, es el momento para una admisión honesta y clara que nuestras políticas de inmigración abiertas son ineficaces", dijo el senador republicano por Alabama, Jeff Sessions. "Para la seguridad nacional de EE.UU., es imperativo que el Congreso bloquee la amnistía ejecutiva y restaure la aplicación esencial [de la ley]".
Emparejamiento legislativo
El miércoles, la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, votó a favor de extender la financiación del DHS, pero bloqueó las órdenes de Obama que blindan a millones de inmigrantes indocumentados de ser deportados.
Este proyecto de ley es considerado como inaceptable para los demócratas, quienes argumentan que los ataques en París refuerzan la necesidad de una reforma de inmigración en EE.UU., y califican como “indefendible” la movida republicana.
"En primer lugar, los republicanos del Congreso han obstruido legislación de reforma migratoria. Ahora, ellos quieren obstruir el organismo responsable de la seguridad de la nación", dijo el senador demócrata por Illinois, Richard Durbin. "La acción ejecutiva del presidente hará a Estados Unidos más seguro, con lo que millones de inmigrantes dejarán las sombras al registrarse con el gobierno y pasar por los controles de antecedentes".
Pero John Hudak, analista político de la Institución Brookings en Washington, dijo que "lo último que el presidente Obama o cualquier demócrata o republicano quiere es abrir las puertas de EE.UU. a los terroristas”.
Una retórica combativa impulsada por los acontecimientos diarios en el mundo dificulta la capacidad de Estados Unidos de abordar racionalmente los retos en inmigración y seguridad, agregó Hudak.
"Representantes republicanos y demócratas están luchando sobre cómo financiar el Departamento de Seguridad Nacional. Obviamente, la financiación de ese departamento tiene enormes implicaciones para la seguridad de EE.UU., tanto aquí como en el extranjero", dijo, calificándolo como "una importante parte de la política pública".
La batalla enfrenta a los republicanos, que afirman la necesidad de controlar a un presidente fuera de control, frente a los demócratas.
Fue la falta de acción del Congreso sobre la reforma integral inmigratoria que obligó a Obama a actuar por su cuenta.
Con los republicanos ahora en control de ambas cámaras del Congreso, el cara a cara con la Casa Blanca continuará, mientras el financiamiento de la seguridad nacional pende de un hilo.