Las esperanzas de avanzar con un osado plan en el Congreso de Estados Unidos para recortar el crecimiento de la deuda nacional de $15 billones de dólares se vieron frustradas esta semana.

El comité especial bipartidista denominado "supercomité", no consiguió llegar a un acuerdo sobre la reforma de reducir el déficit en $1,2 billones de dólares.

Aunque el Congreso ha demostrado ser incapaz de ofrecer una solución para la situación fiscal, se debe considerar que con las leyes actuales -si permanecen inalteradas-, el recorte del déficit será de $7 billones de dólares en 10 años.

Para los que anhelan ver una dramática reducción del déficit nacional, hay algo increíblemente simple que el Congreso podría hacer.

Absolutamente nada.

Si los miembros del Congreso se van de vacaciones por los próximos dos años, podrían ocurrir automáticamente algunas cosas que aumenten significativamente los ingresos del gobierno y recorten los gastos.

Una serie de recortes temporales de impuestos podrían expirar, tras lo cual nuevos impuestos podrán comenzar a ser recaudados. Recortes automáticos en los gastos nacionales y locales en defensa también entrarían en efecto. De esta forma, se generaría una serie de ahorros adicionales en el costo del servicio de la deuda de Estados Unidos.

Todas estas medidas están incluidas en la actualidad en las leyes de Estados Unidos.

Si se aplican esas leyes, la Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el déficit de presupuesto anual podría caer desde $1,3 billones de dólares este año, hasta $500 mil millones en la próxima década, una mejora del 60%.

Algunos en el Congreso ya han estado mirando estos datos.

El representante demócrata de Óregon, Peter DeFazio, destacó en particular un componente: los recortes de impuestos efectivizados durante la presidencia del mandatario republicano George W. Bush expirarán el próximo año.

"Si el Congreso continúa sin hacer nada, entonces los recortes de impuestos del tiempo del presidente Bush expirarán y eso significa $4 billones de dólares en ingresos adicionales. Esto representa el 40% del problema del déficit en los próximos diez años. De forma que si los legisladores están realmente preocupados por la reducción del déficit, la opción de 'no hacer nada' es la mejor", sostiene DeFazio.

Inspectores independientes que analizaron el presupuesto dicen que las cuentan son correctas: no hacer nada podría significa mejorar significativamente las finanzas de Estados Unidos.

Jason Peuquet del apartidario Comité para un Presupuesto Federal Reponsable, dice que "si el Congreso solamente se va a su casa por los próximos años, el ritmo que seguirá la evolución de la deuda no está siquiera cerca de ser malo", afirma.

Pero también hay otro aspecto.

"Realmente no es realista pensar que el Congreso se irá a casa y no extenderá las exoneraciones de impuestos, por lo menos parte de ellas", dice Peuquet.

Los republicanos sostienen que un aumento de impuestos podría afectar seriamente la aún débil economía estadounidense, haciendo más lento el crecimiento, lo que podría reducir la capacidad recaudadora del gobierno.

El senador Jon Kyl de Arizona dice que "especialmente en tiempos de dificultades económicas, como el que atravesamos ahora, no es una buena idea aumentar los impuestos".

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defiende la postura de que los estadounidenses más adinerados deberían ver un aumento en lo que pagan de impuestos.

Días pasados, el presidente Obama urgió al Congreso a extender y expandir los recortes temporales de la contribución de los trabajadores al programa nacional de jubilaciones conocido como Seguridad Social.

Debido a que mucho de lo que podría ocurrir bajo la actual legislación involucra agregar impuestos, la opción de "no hacer nada", es más atractiva para los demócratas progresistas, ávidos por evitar los recortes principales que los republicanos reclaman.

De todas formas, todos los demócratas debería apoyar la visión de "no tocar", en lo que hace a la reducción del déficit, lo que les permitiría bloquear todas las legislaciones relacionadas al presupuesto en el Senado donde aún son mayoría.

Pero muchos demócratas son "cautelosos" respecto a una suba amplia de impuestos.

“Creo que esa no es una visión balanceada”, sostiene el senador demócrata Ben Cardin de Maryland.

“Obviamente hay un apalancamiento que se debe aplicar para llegar a donde necesitamos. estoy a favor de una visión balanceada que incluya la reducción de gastos y permita aumentar los ingresos para poder pagar nuestras cuentas", afirma Cardin.

La expresión "apalancamiento" usada por el senador Cardin, significa que los demócratas podrían amenazar con bloquear las extensiones de los recortes impositivos, para presionar a los republicanos a un compromiso en el llamado gran acuerdo que incluya recortes de gastos y aumento de impuestos.

Su mensaje encubre lo que podría ser una furiosa batalla por el presupuesto el próximo año 2012, cuando Estados Unidos se enfrenta a un año de elección presidencial.