La campaña presidencial de 2020 también fue particularmente marcada por constantes manifestaciones reclamando justicia social y el fin del racismo en Estados Unidos. Casos emblemáticos, como el de la muerte del ciudadano afroestadounidense George Floyd a manos de la policía, desataron protestas a lo largo y ancho del país. Algunas de ellas terminaron en enfrentamientos y revelaron fenómenos que subyacen en lo más profundo de la sociedad estadounidense y que se creían abolidos.