El exdirector del FBI James Comey, una de las principales figuras detrás de la investigación estadounidense sobre los supuestos vínculos entre Rusia y la campaña electoral de 2016 del presidente Donald Trump, testifica el miércoles ante una comisión del Senado que examina los orígenes de la investigación.
Comey, a quien Trump despidió en mayo de 2017, comparece desde las 10:00 am (hora del Este de EE.UU.) ante la Comisión Judicial del Senado liderado por los republicanos. El objetivo de la audiencia es discutir una investigación del FBI a los funcionarios de la campaña de Trump, conocida como "Crossfire Hurricane".
Los republicanos del Senado dicen que la investigación, que luego fue entregada al fiscal especial Robert Mueller, tenía la intención de socavar la candidatura y la presidencia del republicano Trump.
En diciembre, un organismo de control del Departamento de Justicia encontró evidencia de numerosos errores, pero ningún sesgo político cuando el FBI abrió la investigación.
El presidente de la Comisión Judicial del Senado, Lindsey Graham, ha dicho que quiere que se le rinda cuentas por los errores, incluidos aquellos en las solicitudes del FBI de órdenes judiciales para monitorear a Carter Page, un exasesor de campaña de Trump.
La principal demócrata del panel, la senadora Dianne Feinstein, ha criticado duramente la investigación de la comisión, catalogándola como un esfuerzo para atacar a Joe Biden, el candidato presidencial demócrata que se enfrenta a Trump en las elecciones del próximo 3 de noviembre.
La comisión celebró audiencias públicas a principios de este año con otros los exfuncionarios también involucrados en el tema, el ex fiscal general adjunto Rod Rosenstein y la ex fiscal general interina Sally Yates.
La Comisión Judicial del Senado es uno de los dos paneles del Senado liderados por republicanos que investigan los orígenes de la investigación de Rusia.
El senador por Wisconsin Ron Johnson, que preside la Comisión de Seguridad Nacional del Senado, dirige otra investigación. Ese comisión votó recientemente para seguir adelante con las citaciones y declaraciones de docenas de funcionarios del gobierno del presidente Barack Obama, como parte de una investigación que, según los demócratas, tiene como objetivo impulsar la campaña de reelección de Trump.
La investigación de Mueller descubrió que Rusia intentó interferir en las elecciones de 2016 para impulsar la candidatura de Trump y que la campaña de Trump tuvo numerosos contactos con los rusos. Pero Mueller concluyó que la evidencia no establecía una conspiración criminal entre la campaña de Trump y Moscú.