El atacante que mató a ocho personas en una instalación de FedEx en Indianápolis la semana pasada nunca tuvo una audiencia bajo la Ley de “bandera roja” de Indiana, que le permite a la policía incautar armas a personas que pueden ser propensas a cometer actos violentos, informaron el lunes fuentes judiciales.
El fiscal del condado de Marion, Ryan Mears, indicó a reporteros este lunes que la policía cuestionó al atacante, Brandon Hole, en marzo de 2020, después de que su madre llamara diciendo que su hijo podría estar considerando cometer lo que se conoce como un "suicidio por policía”, es decir cometer un delito con la intención de provocar a los agentes del orden para que le disparen.
Mears dijo que las autoridades incautaron una arma a Hole en aquel momento pero no le pidieron que compareciera ante un juez, como dicta la Ley estatal de “bandera roja”.
El fiscal indicó que continuar con el proceso de “bandera roja” era arriesgado porque si los fiscales perdían, habrían tenido que devolver el arma a Hole. “Eso no era algo que estamos dispuestos a hacer”, agregó Mears.
La policía ha confirmado que nunca le devolvieron el arma a Hole. Sin embargo, el adolescente compró legalmente dos rifles de asalto solo dos meses después de que su escopeta le fue confiscada.
Mears expuso que el hecho de que la madre de Hole creyera que su hijo podría cometer "suicidio por policía” no era suficiente evidencia para obtener la orden de un juez.
“Creo que el caso ilustra las limitaciones” de la ley, dijo Mears.
Indiana fue el primer estado en promulgar la Ley de “bandera roja”, en 2005, después de que un policía de Indianápolis fue asesinado por un atacante cuyas armas de fuego le fueron devueltas a pesar de haber sido previamente hospitalizado por problemas de salud mental.
La policía ha dicho que Hole era un exempleado de FedEx que trabajó por última vez en las instalaciones en el otoño de 2020. Aún no está claro porqué Hole regresó a su antiguo lugar de trabajo y abrió fuego.
La policía detalló que Hole disparó al azar a víctimas afuera de las instalaciones antes de entrar al edificio y continuar disparando a empleados. Después, aparentemente se suicidó. Las autoridades informaron que el tiroteo duró solo un par de minutos y había terminado cuando la policía llegó al lugar.
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