Fuerzas de seguridad anti disturbios usaron gas lacrimógeno para dispersar a manifestantes que se agruparon frente al Palacio Presidencial en Tegucigalpa, la capital hondureña.
Más de mil manifestantes disgustados por la destitución del presidente Manuel Zelaya provocaron a las fuerzas de seguridad el lunes, arrojándoles piedras y levantando barricadas de llantas incendiadas.
Testigos y funcionarios dicen que más de 20 manifestantes fueron arrestados. También ha habido informes de heridos.
Zelaya fue arrestado por soldados hondureños el domingo, y expulsado a Costa Rica.
Los enfrentamientos estallaron cuando líderes en todo el mundo condenaron el destierro del presidente Zelaya.
En Washington, el presidente Barack Obama dijo que la destitución no fue legal e indicó que Estados Unidos ve a Zelaya como el presidente de Honduras.
Anteriormente, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, calificó los eventos como un golpe de Estado y pidió a Honduras que restaure totalmente la democracia y el orden constitucional.
En las Naciones Unidas, el presidente de la Asamblea General, Miguel D´Escoto Brockmann, dijo que el golpe era un retorno a otra era que se esperaba fuera una distante pesadilla.
El presidente Zelaya se encuentra ahora en Nicaragua para reunirse con otros presidentes latinoamericanos y tiene previsto hablar ante la ONU este martes.