El huracán Jimena creció para convertirse en una extremadamente peligrosa tormenta, mientras toma rumbo hacia la península de Baja California, en México, asustando a los turistas y forzando a las autoridades a evacuar a miles de renuentes habitantes de barrios pobres.
La policía, los bomberos y personal del Ejército se dirigieron a barriadas pobres tratando de persuadir a cerca de 10.000 personas a que evacuaran las precarias viviendas hechas de láminas de plástico, madera, juncos y en algunos casos, de frazadas.
Se espera que Jimena toque tierra este martes, con vientos de 250 kilómetros por hora.
La noche del lunes, el huracán estaba a unos pocos cientos de kilómetros al Sur de la ciudad balneario de Cabo San Lucas, popularmente conocida como Los Cabos, moviéndose hacia el Noroeste.