"Este acto cobarde, en el que ha sido durante mucho tiempo un parque pintoresco y apacible, ha matado a decenas de civiles inocentes y ha dejado a muchos heridos", dijo en un comunicado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price.
"Enviamos nuestras más profundas condolencias a los seres queridos de las víctimas mortales, al igual que nuestros pensamientos y oraciones están con los muchos heridos en la explosión", agregó Price.
El portavoz insistió en que Estados Unidos apoya al pueblo y al Gobierno de Pakistán "en este momento difícil" y aseguró que el Gobierno estadounidense seguirá trabajando con sus socios en Pakistán y en toda la región, quienes juntos van a ser "inflexibles" en los esfuerzos "para erradicar el flagelo del terrorismo".
Un suicida con bomba mató al menos a 63 personas afuera de un parque público en Lahore, una ciudad oriental de Pakistán.
La información fue brindada por socorristas y la policía, quienes informaron que el ataque fue en el corazón de la base política del primer ministro Nawaz Sharif en Punyab.
La explosión ocurrió en el estacionamiento del Parque Gulshan-e-Iqbal, frente a la puerta de salida y a pocos metros de columpios para niños.
Mustansar Feroz, el superintendente de la policía de la zona dijo a la agencia Reuters que: "La mayoría de los muertos y heridos son mujeres y niños".
Socorristas dijeron que los cadáveres fueron llevados a hospitales de la ciudad.
El parque tenía una gran concurrencia en la tarde del domingo debido al fin de semana festivo.