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El fracaso de ‘Rápido y furioso’


El analista dijo que el operativo violó la soberanía de México, al ser emprendido por Estados Unidos sin informar a las autoridades mexicanas.

La fallida operación de agentes estadounidenses que dejaron pasar más de 2.000 armas a los cárteles de drogas mexicanos como carnada para rastrearlos estaba “destinada al fracaso”, dijo a la Voz de América el presidente de un centro de análisis en México.

“Fue planeada sin visión ni capacidad, por lo cual una consecuencia lógica es que las armas involucradas, que fueron traídas a territorio mexicano sin el conocimiento de las autoridades de este país, hayan terminado en buena medida en manos de la delincuencia organizada”, aseguró Luis Gutiérrez Esparza, presidente del Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI).

El Congreso estadounidense anunció esta semana que 122 armas de fuego traficadas a México bajo el operativo apodado “Rápido y Furioso” fueron halladas en escenas de crímenes cometidos en ese país y en el asesinato de un agente de la patrulla fronteriza estadounidense en Arizona en 2010.

Más de la mitad de las 2.020 armas no pudieron ser rastreadas, lo que implica que la operación, emprendida por la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF), del Departamento de Justicia, armó a los cárteles de drogas, denunciaron los legisladores.

“Más allá del evidente fracaso de la política de seguridad nacional y de combate al crimen organizado del gobierno de Felipe Calderón, la prepotencia de las autoridades de Estados Unidos parece dirigida más bien a fortalecer a los cárteles (…)”, sostuvo por su parte Gutiérrez Esparza.

La oficina ATF ocultó información a sus propios agentes en México, que se indignaron cuando conocieron el alcance del programa, según una investigación del Congreso.

El analista mexicano dijo además que con estas acciones se violó la soberanía del país: “Fue un error, una violación a la soberanía mexicana y un apoyo al crimen organizado, principal beneficiario del tráfico de armas desde territorio estadounidense, como lo comprueban las 122 armas localizadas”.

Las que no fueron localizadas se suman a unas 15 millones de armas ilegales que hay en México, seis veces más que el número de armas legales, según Gutiérrez Esparza.

Y las cifras van en aumento: si bien la compra individual de armas de fuego se ha incrementado un 30% durante los últimos dos años, el aumento de armas ilegales en México parece ser mayor, cercano al 40%, conforme a cifras gubernamentales, de organizaciones de la sociedad civil y, en particular, de la red internacional IANSA, a la que pertenece el Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI).

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