El juez chileno Alejandro Madrid anunció que el ex presidente Eduardo Frei Montalva, fallecido hace 27 años durante la dictadura del general Augusto Pinochet, en realidad fue asesinado.
De acuerdo con la investigación, se pudo comprobar que fueron usadas sustancias tóxicas para envenenar el ex mandatario, por lo cual el juez tras ordenar la detención, procesó a seis personas acusadas del crimen, algunas de las cuales estaban vinculadas a los servicios de seguridad del régimen militar.
Según dijo el juez Madrid, al ex presidente "le inocularon sustancia tóxicas que produjeron complicaciones que deterioraron su sistema inmunológico, y esa fue la causa de muerte".
La presidenta Michelle Bachelet recordó que cuando se produjo la muerte del ex mandatario, Frei Montalva, padre del también ex–presidente y candidato presidencial Eduardo Frei Ruiz, "estaba denunciando las violaciones a los derechos humanos y probablemente eso motivó esta criminal acción en su contra, que finalmente le costó la vida".
La familia del ex presidente Frei Montavo, a través del candidato presidencial Frei Ruiz agradeció el trabajo del magistrado y señaló que en la historia política del país "hay un antes y un después porque en Chile nunca antes se había atentado contra la vida de un presidente. Este es un magnicidio", afirmó.
Frei Montalva murió el 22 de enero de 1982 en una clínica privada donde fue operado de una hernia al hiato, en la época en que se proyectaba como un opositor al régimen militar del general Augusto Pinochet, al igual que el sindicalista Tucapel Jiménez, asesinado por los servicios de inteligencia en febrero del mismo año.
Aunque Madrid no lo vinculó directamente a la dictadura, recordó que hubo otros magnicidios cuyos responsables fueron los servicios secretos, como los asesinatos del ex canciller socialista Orlando Letelier, en 1976, en Washington, y el del ex comandante en jefe del ejército, Carlos Prats, en 1974, en Buenos Aires.
Las personas sometidas a proceso por el juez Madrid, son los médicos Patricio Silva Garín que era su amigo y Pedro Valdivia, además del chofer del mandatario, Luis Becerra y un empleado civil del ejército, Raúl Lillo.
Los otros dos médicos son los patólogos de la Universidad Católica, que participaron en la autopsia no autorizada por la familia, Helmar Rosenberg y Sergio González, que fueron procesados como encubridores del homicidio calificado.