Fuerzas de seguridad hondureñas dispersaron manifestaciones frente a la embajada de Brasil, donde el depuesto presidente Manuel Zelaya se ha refugiado.
Testigos dijeron que la policía usó gas lacrimógeno para dispersar a manifestantes pro – Zelaya frente a la embajada. Los manifestantes se habían congregado a pesar del toque de queda que rige en toda la nación y que el gobierno interino hizo efectivo luego del sorpresivo retorno de Zelaya.
Zelaya sorprendió al gobierno de facto cuando apareció en el balcón de la embajada brasileña en la capital de Honduras, Tegucigalpa.
En una entrevista por televisión, Zelaya describió cómo viajó a través de las áreas rurales del país por horas, evitando los puestos de control militares. Agregó que busca el diálogo con el gobierno del presidente interino Roberto Micheletti, pero también exhortó a sus partidarios a que vayan a Tegucigalpa para manifestar pacíficamente.
Micheletti demanda que Brasil entregue a Zelaya al gobierno de facto, para arrestarle.