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Fuga en prisión revela debilidad de autoridades ante narcos en Paraguay


Dos guardas penitenciarios conversan a pocos metros de un hueco en el suelo por donde escapó una parte de 75 reos que se fugaron el pasado 19 de enero, con la cooperación de los guardias de la prisión. Foto REUTERS/Gabriel Stargardter.
Dos guardas penitenciarios conversan a pocos metros de un hueco en el suelo por donde escapó una parte de 75 reos que se fugaron el pasado 19 de enero, con la cooperación de los guardias de la prisión. Foto REUTERS/Gabriel Stargardter.

Luis Alves da Cruz se despertó a las 3 de la madrugada debido a la conmoción en la prisión paraguaya que él llama su casa. Un narcotraficante de bajo rango, da Cruz vio a varios de los reos vestidos de negro de pie a cabeza. “Vamos a fugarnos -le dijo uno de ellos- ¿Vienes?”

En solo minutos, da Cruz era uno de los 75 prisioneros que se escaparon de la prisión en la madrugada del 19 de enero, en una de las fugas más audaces en la historia de Paraguay.

Los fugitivos eran miembros del Primer Comando de la Capital, una de las pandillas más fuertes de Brasil, conocida por sus siglas en portugués, PCC.

La fuga deja en evidencia la creciente influencia de este grupo delincuente en Paraguay, donde las instituciones han mostrado no ser un reto para las organizaciones criminales que han establecido sus bases aquí.

Las autoridades en la prisión de la ciudad de Pedro Juan Caballero, cerca de la frontera con Paraguay, sabían lo que la pandilla planificaba, según la ministra de Justicia de Paraguay, Cecilia Pérez. Algunos fueron cómplices, dijo Pérez, mientras otros giraron la mirada por temor a represalias.

Un total de 32 funcionarios penales, incluido el director de la prisión, están ahora bajo arresto.

“Afrontamos una crisis de seguridad cuyo epicentro está en el sistema penitenciario”, le dijo Pérez a Reuters. El sistema penitenciario de Pedro Juan Caballero no respondió solicitudes para obtener sus comentarios.

De los fugados, 40 de ellos, incluyendo a da Cruz, son brasileños. Hasta ahora, solo 11 han sido recapturados. Da Cruz fue apresado días más tarde de la fuga cerca del poblado brasileño de Dourados. Reuters tuvo acceso exclusivo al testimonio que ofreció a la policía brasileña.

Da Cruz, de 30 años, le dijo a la policía que los guardas en la prisión paraguaya les ayudaron a escapar.

Furgón policial frente a la prisión de la ciudad de Pedro Juan Caballero, cuyas autoridades sabía lo que tramaba el PCC, según la ministra de Justicia de Paraguay, Cecilia Pérez.
Furgón policial frente a la prisión de la ciudad de Pedro Juan Caballero, cuyas autoridades sabía lo que tramaba el PCC, según la ministra de Justicia de Paraguay, Cecilia Pérez.

Dijo que fue uno de los que escapó por un túnel que los prisioneros habían excavado e iluminado con bujías sostenidas a las paredes de tierra con tenedores. El estrecho y lodoso conducto empezaba en la celda de miembros del PCC y terminaba justo después de la pared perimetral de la prisión.

Los reos mayores ni siquiera se molestaron en ensuciarse, simplemente salieron por la puerta delantera. Otros reos capturados dieron versiones similares, según la policía paraguaya.

“Esta fuga demuestra que el PCC hace lo que le da la gana, cuando le da la gana”, dijo Juan Martens, un académico y analista de seguridad basado en la capital, Asunción, quien ha estudiado las actividades de PCC en Paraguay. “El estado paraguayo no representa ningún obstáculo para sus planes”, afirmó.

Ciudad de Sangre

Como en medio de un sandwich entre Brasil y Argentina, Paraguay es uno de los productores de marihuana más fuertes del mundo y un punto de trasiego de cocaína andina. Paraguay es un país pobre con el Producto Interior Bruto de Namibia. Está también plagado de corrupción, siguiendo a Venezuela como el segundo país más corrupto de América del Sur, según el Índice de Percepción de Corrupción 2019 de Transparencia Internacional.

Como resultado, se ha convertido en un atractivo punto de operaciones para las pandillas brasileñas, incluyendo al PCC basado en Sao Paolo y el Comando Rojo de Río de Janeiro, entre otras.

Las autoridades dicen que los pandilleros brasileños operan con casi total impunidad en esta zona, tanto fuera como dentro de las prisiones.

Gilberto Fleitas, jefe de investigaciones criminales de la Policía Nacional de Paraguay, calcula que actualmente hay unos 500 miembros de PCC en prisiones paraguayas, una cifra que se ha duplicado desde el año pasado debido al agresivo reclutamiento de la pandilla.

El colega de Fleitas, Rubén Paredes, considera que el número correcto es mayor aún y que el 10 por ciento de los 16,000 reos de Paraguay son miembros de pandillas brasileñas. Muchos trabajan fuera de las prisiones, comprando legisladores y a policías corruptos.

“Por lo menos en prisión están contenidos”, dijo Paredes, jefe de investigaciones de la Policía Nacional en esta densamente poblada región que incluye Asunción. “Afuera hacen lo que les viene en gana”.

Llamada la “ciudad de sangre”, Pedro Juan Caballero se ha convertido en un punto atractivo para las bandas de narcos brasileños, dicen las autoridades. La ciudad se mezcla casi imperceptiblemente con la vecina ciudad brasileña de Ponta Pora. Reuters no vio ni retenes policiales, ni barricadas separando los dos pueblos. Personas en ambos lados de la frontera cruzan con facilidad.

Pequeños aviones cargados de cocaína boliviana frecuentemente aterrizan en remotas pistas en las afueras de Pedro Juan Caballero, autoridades brasileñas y paraguayas dijeron a Reuters. Re ahí, explicaron, las Drogas son trasegadas por el sur de Brasil y finalmente hacia Europa, donde hay una creciente demanda.

La crisis se manifiesta en el creciente número de víctimas en Pedro Juan Caballero, en la medida que las pandillas se enfrentan para controlar las rutas del narcotráfico, dicen las autoridades. El alcalde José Carlos Acevedo dice que el año pasado hubo unos 150 asesinatos en esta ciudad de unos 120,000 habitantes. Explicó que los residents viven atemorizados de las pandillas, que se han burlado de los aparatos de seguridad.

“La policía es completamente corrupta”, dijo Acevedo.

Con información de Reuters

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    Rafael Salido

    Rafael Salido es editor de la web de la Voz de América. Tras más de veinte años en el mundo de la comunicación, atesora una amplia experiencia tanto en agencias de noticias como en algunos de los diarios más importantes de España. Ha ejercido como corresponsal extranjero en Río de Janeiro y en Washington DC, donde formó parte del Equipo de Periodistas del Pentágono. Como reportero ha cubierto eventos de gran relevancia, entre los cuales destacan el Mundial de Fútbol de 2014, los Juegos Olímpicos de 2016 o la primera gira por Sudamérica del entonces secretario de Defensa de EE.UU., el general James Mattis, en 2018.

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