Un Tribunal de Sentencia en Guatemala le concedió este 15 de mayo arresto domiciliario al periodista Rubén Zamora Marroquín, quien lleva más de 600 días preso acusado de lavado de dinero, chantaje y tráfico de influencias.
Debido a que las medidas alternas a la detención son únicamente para el caso de lavado de dinero, Zamora aún no podrá salir de prisión, pues tiene dos expedientes adicionales en sede judicial.
Por el caso de lavado de dinero, Zamora fue condenado a seis años de prisión, pero una sala de apelaciones suspendió la condena y ordenó un nuevo juicio que aún está pendiente.
El tribunal acordó este día que Zamora continúe su proceso desde casa, pues no hay peligro de fuga. Además deberá pagar 30.000 quetzales, equivalentes a unos 3.800 dólares.
El martes, la fundación del fallecido escritor y premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, premió al periodista guatemalteco, fundador y director del extinto medio impreso El periódico, con el premio a la excelencia periodística.
Zamora, de 67 años, dirigió importantes investigaciones periodísticas que dieron como resultado la exposición de la corrupción incrustada en el Estado.
Una de las más importantes investigaciones fue la llamada “Alfombra Mágica”, que reveló presuntos sobornos pagados al expresidente Alejandro Giammattei (2020-2024) para favorecer a empresarios rusos en sus operaciones en un puerto en Guatemala. Giammattei negó las acusaciones y la fiscalía jamás investigó al exmandatario.
Durante el gobierno de Giammattei varios periodistas, funcionarios judiciales y opositores se exiliaron tras denunciar persecuciones por su lucha contra la corrupción.
Ante la resolución judicial, el actual mandatario, Bernardo Arévalo declaró que la resolución es sólo una muestra "de oscuro ciclo de impunidad que debe terminar".
"Aunque queda camino por recorrer, las medidas otorgadas a favor de José Ruben Zamora, son un triunfo. No desmayemos hasta encontrar su total libertad, y cerrar el ciclo de corrupción e impunidad", agregó la vicepresidenta Karim Herrera.
Los tres casos que enfrenta Zamora tienen raíz en la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), liderada por Rafael Curruchiche, señalado por el departamento de Estado de Estados Unidos como un actor corrupto y antidemocrático.
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