El torrente de lava que amenaza a una población en Hawái nuevamente mostró pocas señales de movimiento, habiendo quedado estancado a metro y medio de la carretera principal en Pahoa desde hace tres días.
Si bien hay varias corrientes secundarias que se desplazan en otras direcciones, ninguna de ellas representa una amenaza inmediata para las casas y otras construcciones de este pueblo rural.
“En este momento hay poca actividad que represente una amenaza inmediata para la comunidad”, dijo el jefe de la Defensa Civil del condado de Hawái, Darryl Oliveira.
El Servicio Geológico de Estados Unidos dice que la lava está siendo confinada por barreras artificiales, que pueden estar influenciando su movimiento.
Los científicos hicieron notar que una de las vertientes secundarias detrás del cementerio de Pahoa se ha debilitado y solo se expande por sus márgenes. Ese flujo sigue a unos 100 metros de distancia de una casa cercana pero no ha avanzado significativamente desde el sábado.
En todo caso, las autoridades mantienen la advertencia de evacuación y los mil residentes de Pahoa podrían ser alertados si la situación cambia.