La candidata a la presidencia de Estados Unidos Hillary Clinton expresó su oposición a las perforaciones petrolíferas en el Ártico autorizadas por el presidente Barack Obama.
Clinton también se opuso a los retrasos impuestos por el gobierno sobre el oleoducto Keystone XL, en uno de los gestos más claros hasta ahora de la favorita demócrata para distanciarse del presidente.
Después de mostrarse de acuerdo con él en la mayoría de temas durante su campaña por la candidatura a la presidencia en 2016, Clinton se inclinó el martes algo a la izquierda de Obama al hablar sobre el cambio climático.
En unas pocas horas expresó su descontento con que se permita a Royal Dutch Shell perforar en el océano Ártico, y se mostró impaciente por una decisión sobre el polémico oleoducto Keystone XL.
Clinton dijo en Twitter que el Ártico es un tesoro único y "el riesgo de las perforaciones no merece la pena". Después, durante una ronda de preguntas de la prensa en Nevada, dijo que Estados Unidos debería centrarse en fuentes de energía renovables más limpias, en lugar de arriesgarse a "posibles catástrofes en la búsqueda de más petróleo".
"Creo que las grandes dificultades a las que se enfrentó Shell la última vez que intentó hacer eso deberían ser un toque de atención para todo el mundo", dijo Clinton, refiriéndose a los contratiempos que sufrió la petrolera cuando intentó perforar en la zona en 2012, y que incluyeron una plataforma que acabó varada en tierra.