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“Mi contribución a la crisis”: brasileño en Miami convierte su apartamento en fábrica de máscaras


Ricardo Mola posa con una de las máscaras que él mismo fabrica donde reside en el estado de Florida.
Ricardo Mola posa con una de las máscaras que él mismo fabrica donde reside en el estado de Florida.

El brasileño Ricardo Mola, un experto financiero afincado en Miami, es un apasionado de las impresoras 3D. Al ver los estragos que estaba causando la crisis del coronavirus decidió aportar su granito de arena y fabricar máscaras protectoras para donar a hospitales de América Latina.

La crisis del coronavirus ha hecho que mucha gente muestre su lado más solidario para aportar su granito de arena a la lucha contra esta mortífera pandemia que ha afectado a más de 2.7 millones de personas en todo el mundo.

Es el caso de Ricardo Mola, un brasileño afincado en el sur de la Florida, que ha convertido su apartamento de Miami en una fábrica de máscaras protectoras. Para ello, utilizó dos de sus impresoras 3D para diseñar y moldear máscaras de plástico, imprescindibles para muchos de los sanitarios que están al frente de la batalla contra la COVID-19.

“Me di cuenta de que mucha gente en el mundo estaba haciendo estas máscaras y pensé que yo también podría ayudar”, explica el hombre en entrevista con la Voz de América.

La emergencia nacional decretada por el presidente Trump a mediados de marzo obligó a este experto financiero a dejar de trabajar temporalmente, así que decidió invertir su tiempo libre a ayudar en esta crisis sanitaria con sus impresoras 3D.

“Desde el 2014 soy un aficionado a las impresoras 3D, compré la primera porque estaba en mi casa y en aquella época no estaba trabajando y pensé que debía ocuparme con algo. Luego me compré 7, pero cuando me mudé a Estados Unidos solo me pude llevar 2”, relata.

Las máscaras que fabrica Ricardo Molas son para distribuir, sin costo alguno, a los hospitales de Estados Unidos y América Latina, donde muchos médicos están al frente de la batalla contra el coronavirus.
Las máscaras que fabrica Ricardo Molas son para distribuir, sin costo alguno, a los hospitales de Estados Unidos y América Latina, donde muchos médicos están al frente de la batalla contra el coronavirus.

Buscó las plantillas por internet

“Hace unas tres semanas, una persona me buscó en Instagram porque su mujer estaba trabajando en un hospital, y así me puse a investigar”, comentó sobre cómo empezó a indagar sobre el diseño de estas máscaras.

Se pasó varios días buscando en internet las mejores plantillas que se adaptaran al modelo de impresora que él tenía. Pero también necesitaba que el tiempo de fabricación fuera más corto con el objetivo de fabricar un mayor número en el menor tiempo posible.

Ahora es capaz de fabricar hasta medio centenar de máscaras al día (unas cuatro por hora), que las distribuye en varios hospitales de Estados Unidos y América Latina, muchos de los cuales han contactado directamente con él para conseguir este equipamiento especial para tratar con pacientes con coronavirus.

Distribución en EE.UU. y América Latina

“Ayer hablé con una persona en Boca Ratón (Florida) y voy a mandar 100 máscaras, y para República Dominicana vamos a hacer un envío de 30”, afirma sobre el trabajo que lo ocupa en estos días de cuarentena obligatoria en casa.

El hombre, un experto financiero, contó a la VOA que en 2014 se empezó a aficionar por las impresoras 3D y, desde entonces, ha construido varios productos. Ahora está fabricando unas 50 máscaras protectoras al día.
El hombre, un experto financiero, contó a la VOA que en 2014 se empezó a aficionar por las impresoras 3D y, desde entonces, ha construido varios productos. Ahora está fabricando unas 50 máscaras protectoras al día.

Para este trabajo no está solo. Su hijo y su esposa también han puesto manos a la obra para contribuir en esta crisis sanitaria, que está causando grandes estragos en Estados Unidos.

“No es una producción a gran escala, pero todos los días estoy fabricando varias decenas y lo hago con mucho gusto porque creo que es una contribución muy interesante”, subraya.

"Salir sin protección es arriesgado"

Lleva encerrado 45 días en su apartamento de Brickell, la zona financiera de Miami.

“La última vez que salí fue el sábado pasado, cuando fui a un hospital a entregar unas máscaras”, dice consciente de que “salir a la calle continúa siendo peligroso y arriesgado”.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), así como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan a la población utilizar mascarillas o productos equivalentes que cubran la nariz y la boca.

Aunque aún no existe una base científica que confirme que ese tipo de artículos protege a las personas del coronavirus, los expertos sanitarios aseguran que es una medida de prevención muy eficaz.

Satisfecho por su contribución a la crisis

Con todo, confía en que esta crisis sanitaria pase lo más rápido posible y que pueda volver a la normalidad cuanto antes. Sabe que va a necesitar tiempo, porque las condiciones aún no son óptimas para que la gente salga a la calle.

De todos modos, él estará satisfecho: “Al menos, he contribuido a una buena causa para luchar contra este virus”.

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