Una campaña emprendida por algunos conservadores republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, trata de destituir al jefe de la oficina del Servicio Interno de Impuestos del Departamento del Tesoro (IRS), John Koskinen.
Sin embargo parece que no tendrá éxito, ya que esta iniciativa cuenta con una oposición democrática sólida y la resistencia por parte de muchos republicanos.
Simplemente no hay suficientes votos para expulsar a John Koskinen de su cargo.
Los miembros de la conservadora facción Freedom House Caucus, están presionando en contra del director del Servicio Interno del IRS, pero su campaña podría llegar a un punto crítico durante las próximas dos semanas.
Cuando faltan dos meses para la elección presidencial, la campaña contra Koskinen y el IRS es algo que atrae a muchos votantes conservadores, para quienes el IRS ha sido desde hace mucho tiempo sinónimo de una mala palabra.
Los conservadores no han perdonado la forma en que manejó el caso de las organizaciones del Tea Party. Además Koskinen fue designado por el presidente Barack Obama, otro objetivo favorito de los ataques conservadores.
