El premier italiano aseveró el lunes que su gobierno permanecería firme en sus planes para mejorar el gasto público, avivando una disputa con la Unión Europea, a la cual le preocupa que el presupuesto aumente las deudas de ese país.
Entre muestras de preocupación del órgano europeo, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, defendió en Roma su presupuesto para reducir el déficit.
Tras el vencimiento de un plazo al mediodía en el que Italia debía presentar su respuesta a la reprimenda de la UE sobre el proyecto presupuestario, el primer ministro respondió que "si hoy, después de ser confrontado por la carta de la Unión Europea, yo dijera que cometimos un error y reescribimos la maniobra, eso significaría admitir que hicimos la maniobra equivocada; ese no es el caso."
El proyecto aumenta el déficit a 2,4% del PIB el próximo año, tres veces más de lo que se pretendía llegar en el gobierno anterior. El bloque se quejó de que el plan significa que Italia no reducirá su deuda pública como lo había prometido.
Con más del 130% del PIB, la deuda sería de más del doble que el límite fijado por la UE y a los economistas les preocupa que represente un riesgo para los mercados financieros de la región.
Cuando le preguntaron sobre lo que haría si la Comisión Ejecutiva de la UE rechaza el presupuesto, Conte respondió: "Nos sentaremos a discutirlo".
Conte discutió detalles como métodos de cálculo. Agregó que su gobierno heredó un déficit más alto de lo que se había pronosticado en un principio y que el déficit básico había aumentado debido a un aumento aplazado del impuesto al valor agregado.
Las declaraciones de Conte dejaron claro que el gobierno italiano no hizo ajustes en el presupuesto en la forma como la UE esperaba que lo hiciera. En cambio, ofrecieron largas explicaciones. En cambio, el mandatario repitió que el presupuesto estaba "bien pensado" y que promovería un crecimiento económico.