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Juncker advierte del riesgo de un Brexit “duro”


El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, escucha el miércoles 18 de septiembre de 2019 en Estraburgo, Francia, un debate en el Parlamento Europeo sobre el proceso de salida de Gran Bretaña.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, escucha el miércoles 18 de septiembre de 2019 en Estraburgo, Francia, un debate en el Parlamento Europeo sobre el proceso de salida de Gran Bretaña.

El riesgo de un Brexit sin acuerdo “sigue siendo muy real”, advirtió el miércoles Jean-Claude Juncker, presidente de Comisión Europea, mientras los eurodiputados debatían sobre las consecuencias del llamado Brexit “duro”.

Juncker, que el lunes se reunió con el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo en el Parlamento Europeo en Estrasburgo que el Brexit sin acuerdo “podría ser la elección de Gran Bretaña, pero nunca será la nuestra”.

La cámara tenía previsto aprobar una resolución detallando sus preocupaciones sobre la salida británica del bloque de 28 países, prevista para el 31 de octubre. Johnson ha reiterado que saldrán de la UE en la fecha fijada, tanto si hay un acuerdo como si no.

El principal punto de fricción para alcanzar un acuerdo es la salvaguarda en la frontera irlandesa, que obligaría a Gran Bretaña a atenerse a algunas regulaciones comerciales comunitarias para evitar una frontera dura entre Irlanda, miembro de la Unión Europea, e Irlanda del Norte, que forma parte de Reino Unido.

“No tengo un apego sentimental a la salvaguarda”, dijo Juncker, señalando que sí sigue aferrado al propósito del mecanismo, que es evitar una frontera física que pueda afectar al proceso de paz en Irlanda del Norte.

“Por eso pedí al ministro británico que ofreciera propuestas concretas, viables y por escrito sobre todas las alternativas que nos permitieran alcanzar estos objetivos”, añadió.

Los mandatarios europeos han dejado claro que es crucial que cualquier enmienda a los términos propuestos para el Brexit respete el acuerdo de paz del Viernes Santo, el tratado que puso fin a décadas de conflicto en Irlanda del Norte.

Pese a sus afirmaciones de que Gran Bretaña abandonará la UE el 31 de octubre como asunto “de vida o muerte”, Johnson insiste en que puede alcanzar un acuerdo revisado con el bloque a tiempo de una salida ordenada. Los líderes europeos son escépticos sobre esa afirmación.

“Pedí al primer ministro británico que especificara las soluciones alternativas que podía plantear”, dijo Juncker el miércoles. “Dado que no se realizaron propuestas, no puedo decirles mirándoles a los ojos que se están haciendo progresos”.

El acuerdo del Brexit al que llegaron al UE y la predecesora de Johnson, Theresa May, fue rechazado tres veces por el Parlamento británico, lo que derivó en la dimisión de May.

El negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, advirtió que aunque Gran Bretaña se marche sin acuerdo, aún habrá que resolver problemas importantes, como el futuro de los ciudadanos afectados por el Brexit, la paz en Irlanda del Norte y la protección del mercado único europeo y la economía irlandesa.

“Ninguna de estas cuestiones desaparece”, dijo Barnier el miércoles, insistiendo en que los desafíos no deben minusvalorarse. “Necesitamos soluciones viables legales en el acuerdo de salida para responder con precisión a cada problema, para abordar cada riesgo creado por el Brexit”.

“Unos tres años después del referendo británico, no es cuestión de fingir que se negocia. Nuestra responsabilidad es continuar este proceso con determinación y sinceridad”. Afirmó Barnier ante legisladores europeos.

En Londres, el Supremo británico continuaba con una vista para determinar si la decisión de Johnson de suspender el Parlamento fue legal. Los jueces deben decidir si Johnson sobrepasó su autoridad al suspender el Parlamento durante cinco semanas antes de la fecha límite del Brexit.

Las voces críticas afirman que Johnson cerró de forma ilegal el Parlamento unas semanas antes de que venza el plazo de salida con el “inapropiado objetivo” de evitar el escrutinio legítimo de los parlamentarios sobre su plan de Brexit. También acusan al mandatario de desinformar a la reina Isabel II, que tuvo que autorizar la suspensión.

El máximo responsable sobre el Brexit en el Parlamento Europeo criticó el miércoles en Estrasburgo la decisión de Johnson de suspender el Parlamento. Señalando que los políticos euroescépticos suelen acusar a la UE de ser poco democrática, Guy Verhofstadt dijo que los líderes europeos “pueden hacer muchas cosas, pero al menos no pueden cerrar las puertas de nuestra cámara. Eso no es posible”.

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