La reina del pop rock rompió en lágrimas durante un emotivo tributo que rindió a las víctimas de los ataques en París durante su presentación en Suecia.
Madonna interrumpió su concierto del sábado para rendir tributo a aquellas personas que murieron "trágicamente asesinadas", la noche del viernes.
Durante su discurso Madonna catalogó de "atrocidades" lo sucedido en París y confesó que estuvo a punto de cancelar su concierto en el Tele 2 Arena, en Estocolmo por respeto a las víctimas y sus familiares, pero que decidió salir al frente para dejar saber a los terroristas que "no les vamos a permitir que nos paralicen para hacer las cosas que amamos".
Poco después a través de su cuenta de Twitter reconoció que fue un concierto difícil, pero que se llevaba el cariño y el amor de su público que se respiraba en el escenario.
La cantante de 57 años se encuentra de gira mundial denominada "Corazón rebelde".