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Más protestas y huelgas en Hong Kong buscan renuncia de jefa de gobierno


La policía empleó gases lacrimógenos en el distrito de Wong Tai Sin, donde se produjeron choques con los manifestantes durante el fin de semana.
La policía empleó gases lacrimógenos en el distrito de Wong Tai Sin, donde se produjeron choques con los manifestantes durante el fin de semana.

Varias multitudes de manifestantes llenaron plazas y parques públicos en varios distritos de Hong Kong durante una jornada de huelga general convocada en un día laborable para llamar más la atención hacia sus demandas de que la jefa de gobierno de la ciudad renuncie a su cargo.

La policía empleó gases lacrimógenos en el distrito de Wong Tai Sin, donde se produjeron choques con los manifestantes durante el fin de semana.

En el complejo donde se encuentra la legislatura local, otros manifestantes pintaron en las paredes las palabras “perros funcionarios” y pegaron en las puertas carteles amarillos en contra de una reforma de las extradiciones. En un lateral del edificio escribieron “Revolución de nuestro tiempo”.

La huelga general forzó la cancelación de más de 200 vuelos en el aeropuerto de la ciudad, y los manifestantes interrumpieron los servicios de metro durante la hora punta de la mañana. Sin embargo, la líder de Hong Kong, Carri Lam, afirmó que no tiene planes de renunciar al cargo como reclama el enérgico movimiento prodemocracia.

La ciudad semiautónoma china está “a punto de entrar en una situación muy peligrosa”, afirmó Lam, afirmando que las protestas tienen “motivos ocultos” que amenazan la prosperidad y seguridad de Hong Kong.

“En este momento no creo que mi renuncia ni la de algunos de mis colegas ofreciera una solución mejor”, afirmó.

La huelga es un nuevo capítulo en un verano de combativas manifestaciones, desatadas en junio contra una propuesta de ley para reformar el proceso de extradiciones, y que habría permitido enviar a China a residentes en el territorio para ser juzgados allí.

Aunque el gobierno ha suspendido la iniciativa, las protestas evolucionaron para incluir demandas más amplias de reformas democráticas y una investigación sobre supuesta brutalidad policial.

Hong Kong, una excolonia británica, fue devuelta a China en 1997 dentro de la filosofía “un país, dos sistemas”, que prometía a la ciudad algunas libertades democráticas inexistentes en la China continental. Sin embargo, algunos residentes en el territorio creen que Beijing ha ido recortando sus libertades en los últimos años.

Los manifestantes paralizaron el tráfico en la hora punta de la mañana bloqueando trenes y acceso a andenes, impidiendo que los vagones de metro y trenes de corta distancia salieran de sus estaciones.

“Demasiado. ¿Por qué tienen que crear problemas para gente que no participa en su causa?”, dijo John Chan, de 52 años y que vio cancelado su vuelo a Singapur. “Hong Kong se está hundiendo. El gobierno, la policía y la gente que protesta tienen que dejar de pelear y darnos un descanso”.

Las protestas y la huelga en siete distritos de la ciudad continuaron el lunes tras un fin de semana de choques en las calles entre manifestantes y policía antimotines.

El gobierno central en Beijing, liderado por el Partido Comunista, ha condenado lo que describe como manifestantes violentos y radicales que han cometido actos vandálicos contra símbolos y banderas nacionales chinas en incidentes paralelos a grandes manifestaciones. China ha acusado a “fuerzas extranjeras” no identificadas de incitar las manifestaciones por un deseo de frenar el desarrollo del país.

En el noticiario del mediodía en la televisora estatal CCTV, un presentador leyó en voz alta un firme editorial titulado “El caos en Hong Kong no debe continuar”.

“Advertimos a esos maniacos y vándalos que pretenden continuar desordenando Hong Kong aferrándose a una fantasía que deben pagar un precio por su salvaje venganza”, decía el editorial “De modo que por favor, sean conscientes de sus errores, retráctense de su senda incorrecta y guarden los cuchillos de carnicero”.

Beijing debería considerar un diálogo con los manifestantes a través de Lam, señaló la legisladora prodemocracia Claudia Mo.

“Confiamos en que la gente informada en Beijing al menos ofreciera algo de sinceridad al sugerir a través de Carrie Lam ‘De acuerdo, ustedes quieren democracia, quizá podamos hablar’”, dijo Mo el lunes. “Podemos hablar. Solo dos palabras. Y quizá eso pueda ayudar a calmar a la sociedad”.

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