Con un objetivo específico, se encuentra en Washington la ministra de la nueva cartera de Desarrollo e Inclusión Social del Perú, Carolina Trivelli: solicitar asistencia técnica a los organismos multilaterales. El destino de esta ayuda, son los programas bandera del gobierno del presidente Ollanta Humala, para erradicar la inequidad social y la pobreza en su país.
La principal carta de presentación del gobierno peruano para acudir en solicitud de apoyo técnico es la creación del ministerio que encabeza Trivelli. La cartera de desarrollo e inclusión social se creó con la premisa “no más servicios para pobres” y en su lugar, “servicios para ciudadanos”.
Esto significa, según las palabras de la funcionaria, el diseño de una política de estado que busca disminuir la brecha social entre los más pobres y los más ricos, desde un concepto de calidad y dignidad, con criterios no asistencialistas, sino proactivos, para lograr que la población beneficiaria pueda superar el umbral de la pobreza.
Este, justamente, según la ministra de desarrollo e inclusión social del Perú, es uno de los retos más grandes, porque la razón de ser del ministerio, que hace parte del legado histórico que busca dejar el actual mandatario del país, es entregarle a los sectores específicos de la población que viven en la marginalidad, las herramientas adecuadas para que, en una estrecha coordinación con el sector privado, pasen de ser receptores de ayuda a convertirse en generadores de desarrollo sostenible para el país.
La iniciativa podría convertirse en ejemplo de lucha contra la desigualdad para muchos países de la región que enfrentan en menor o mayor escala, el mismo reto peruano.