El joven haitiano Jhony Jean, cuyo caso de acoso y violación por parte de marinos uruguayos que integraban la fuerza de cascos azules en la nación caribeña generara un escándalo internacional, llegará este jueves 10 de mayo de 2012 a la justicia uruguaya.
El abogado joven Gervais Charles, quien representa a Jean, definió al caso como “simbólico” tras arribar a la ciudad de Montevideo, capital de Uruguay. En tal sentido el abogado dijo en declaraciones a la agencia France Press, que en parciular espera que “el proceso penal se desarrolle en las mejores condiciones”.
Entre los varios aspectos que agregan complejidad al caso, se encuentran las relaciones entre ambas naciones, Haití y Uruguay, las relaciones con las Naciones Unidas y con las fuerzas de la Minustah (Misión de la ONU para la Estabilización de Haití), que cuenta con algo más de 12.000 efectivos y se encuentra establecida desde 2004, ñpero fue reforzada tras el devastador terremoto de enero de 2010.
El viaje de Jean, quien llegó acompañado de su madre, fue financiado por el gobierno uruguayo y su declaración será ante un juez penal, como parte de la investigación que lleva adelante el Ministerio de Defensa de Uruguay.
El caso se produjo en junio, pero en septiembre de 2011 fue cuando se dio a conocer y generó un gran escándalo, considerando además que la fuerza de Uruguay en la Minustah, es proporcionalmente la más grande, integrada por 900 efectivos. La denuncia se produjo cuando fue colocado en Internet el video de 45 segundos con el ataque del que participaron al menos cinco marinos uruguayos, aunque luego un sexto efectivo fue involucrado.
Tras el escándalo, el presidente de Uruguay, José Mujica, pidió disculpas a través de una carta enviada al presidente de Haití, Michel Martelly. Los marinos tras regresar a Uruguay permanecieron detenidos, y hasta el momento el juez militar a cargo del caso aún no ha emitido condena por los delitos de desobediencia y omisiones en el servicio, por los que fueron acusados los marinos.
Por su parte, el abogado de los acusados dijo que se trató de una “broma”, considerada de mal gusto que molestó a muchos haitianos. “No hay otra cosa más que una broma. No fue un abuso ni nada grave”, había dicho el abogado Gastón Chávez Hountou, tras dispararse el escándalo, destaca el diario El Observador de Uruguay. Incluso las primeras investigaciones de la ONU y la Armada uruguaya concluyeron que no hubo violación.
El abogado joven Gervais Charles, quien representa a Jean, definió al caso como “simbólico” tras arribar a la ciudad de Montevideo, capital de Uruguay. En tal sentido el abogado dijo en declaraciones a la agencia France Press, que en parciular espera que “el proceso penal se desarrolle en las mejores condiciones”.
Entre los varios aspectos que agregan complejidad al caso, se encuentran las relaciones entre ambas naciones, Haití y Uruguay, las relaciones con las Naciones Unidas y con las fuerzas de la Minustah (Misión de la ONU para la Estabilización de Haití), que cuenta con algo más de 12.000 efectivos y se encuentra establecida desde 2004, ñpero fue reforzada tras el devastador terremoto de enero de 2010.
El viaje de Jean, quien llegó acompañado de su madre, fue financiado por el gobierno uruguayo y su declaración será ante un juez penal, como parte de la investigación que lleva adelante el Ministerio de Defensa de Uruguay.
El caso se produjo en junio, pero en septiembre de 2011 fue cuando se dio a conocer y generó un gran escándalo, considerando además que la fuerza de Uruguay en la Minustah, es proporcionalmente la más grande, integrada por 900 efectivos. La denuncia se produjo cuando fue colocado en Internet el video de 45 segundos con el ataque del que participaron al menos cinco marinos uruguayos, aunque luego un sexto efectivo fue involucrado.
Tras el escándalo, el presidente de Uruguay, José Mujica, pidió disculpas a través de una carta enviada al presidente de Haití, Michel Martelly. Los marinos tras regresar a Uruguay permanecieron detenidos, y hasta el momento el juez militar a cargo del caso aún no ha emitido condena por los delitos de desobediencia y omisiones en el servicio, por los que fueron acusados los marinos.
Por su parte, el abogado de los acusados dijo que se trató de una “broma”, considerada de mal gusto que molestó a muchos haitianos. “No hay otra cosa más que una broma. No fue un abuso ni nada grave”, había dicho el abogado Gastón Chávez Hountou, tras dispararse el escándalo, destaca el diario El Observador de Uruguay. Incluso las primeras investigaciones de la ONU y la Armada uruguaya concluyeron que no hubo violación.