Muchos de los objetos que nos rodean vibran cuando son golpeados por las ondas de sonido, pero los movimientos son invisibles a simple vista.
Por ejemplo, un vaso de vino expuesto a un ruido fuerte en realidad se mueve aunque parezca completamente inmóvil.
Sin embargo, si los movimientos se graban con una cámara especial de alta velocidad que registra miles de fotogramas por segundo, y con la ayuda de un programa informático para amplificar las vibraciones, los resultados son impresionantes.
El llamado “microscopio de movimiento” muestra el movimiento de este cristal, como si estuviera hecho de gelatina.
“Estas son cosas que la gente nunca ha visto antes porque eran invisibles. El “microscopio de movimiento” es una manera de visualizar pequeños movimientos que son aparentemente invisibles al ojo humano”, asegura Neil Wadhwa, investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Con este microscopio se pueden ver, por ejemplo, los movimientos amplificados del rostro humano, identificando cómo sube y baja la presión arterial de una persona, con cada latido del corazón.
El “microscopio de movimiento” también puede ser útil para el seguimiento de un bebé en el vientre de la madre o de la respiración del infante.
"Se puede crear un monitor, sin necesidades de cables, que controle los signos vitales de una persona y sea capaz de monitorear el ritmo cardíaco y la respiración”, asegura Wadhwa.
Además de sus utilidades en la medicina, este invento podría ayudar a los ingenieros a detectar vibraciones en sus construcciones tales como edificios, puentes de carretera y hasta a evitar accidentes.