El pasado fin de semana dejó 47 heridos y cinco muertos en Chicago. El fin de semana sangriento, sigue un mortífero fin de semana del Día de la Independencia, donde 60 personas fueron heridas y nueve asesinadas.
El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, se reunió con el superintendente de la policía de Chicago y líderes de la comunidad para discutir la violencia en su ciudad.
“Nuestros niños sólo son escuchados cuando hay un tiro, ya sea un tiro de baloncesto o un tiro de bala,” afirmó Emanuel en la reunión.
"Todo el mundo dice:" Entonces, ¿qué vas a hacer? 'Como si hubiese una sola solución a este problema", dijo Emanuel. "Se trata de un problema de nivel comunitario, que requiere una solución de nivel comunitario."
El superintendente de la policía de Chicago, Garry McCarthy, acusó a las débiles leyes de armas por el surgimiento de violencia.
“Tiene que haber un punto medio en el que esto cambie”, afirmó McCarthy. “El gobierno puede intervenir y evitar que esto suceda. Me niego a pensar de otra manera, que en un gran país como Estados Unidos podamos seguir permitiendo que esto ocurra. No sólo en un estado, pero a nivel federal”.