Basura por todas partes. Esa la realidad de Nápoles, una de las ciudades más hermosas del mundo, ahora cubierta por basura.
Cientos de toneladas de basura se acumulan en las calles napolitanas debido a la disputa sobre un nuevo vertedero cerca de Terzigno, en las afueras de Nápoles.
El problema de la eliminación de la basura se ha convertido en un mal crónico, en una ciudad en donde los vertederos no dan abasto y los vecinos ya no soportan el mal olor.
Las manifestaciones exigiendo una pronta limpieza a las calles tampoco se han hecho esperar. Al menos 20 policías resultaron heridos en los últimos disturbios entre los habitantes molestos de Nápoles y un gobierno que no encuentra cómo eliminar los residuos de la tercera mayor ciudad de Italia.
Berlusconi prometió destinar 14 millones de euros para renovar el vertedero de Terzigno y dijo que este centro no supone peligro para la salud pública.
Desde hace muchos años también se ha hablado de los intereses que el crimen organizado posee sobre la recolección de basura en Nápoles, además de otros intereses políticos, lo que aumenta el nivel de complejidad del problema.