Un estudio realizado en Estados Unidos demostró que pegarles a los niños no da resultado. Por el contrario, tienen más posibilidades de ser agresivos cuando crezcan.
La investigación, publicada en la revista Pediatrics, realizada con 2.500 madres, a las que se les preguntó cuántas veces habían golpeado a sus hijos en el último mes.
Casi la mitad dijo que no lo había hecho; el 26.5 por ciento dijo que sí le pegaron a sus hijos, más de dos veces.
Posteriormente, los investigadores midieron el nivel de agresión en los niños.
El resultado: los de tres años que eran golpeados mostraban mayores niveles de agresividad al llegar a los cinco.
La Academia Americana de Pediatría recomienda que no se castiguen corporalmente a los niños y que se los disciplinen sin pegarles.