Como se había previsto, las demandas para frenar una orden municipal recientemente aprobada en Nueva Orleans para remover los monumentos confederados de la ciudad no demoraron en aparecer.
Tres organizaciones de preservación y una división de los Hijos de Veteranos Confederados presentaron una demanda federal para detener los planes argumentando que los monumentos son parte de la historia de la ciudad y deben ser protegidos.
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"Sin importar si la era de la Guerra Civil es considerada un error catastrófico o un intento noble, es innegablemente un evento formativo en la historia de Louisiana", dice la demanda.
Además anotan que la ciudad no posee la tierra bajo tres de los monumentos más importantes y que están protegidos por las leyes estatales y federales.
La iniciativa de la ciudad de Nueva Orleans ha sido hasta la fecha la más radical en el marco de una tendencia nacional para eliminar los símbolos confederados, a raíz de un titoteo, cuyo autor, un supremacista blanco, mató a nueve feligreses de la iglesia afroestadounidense Emanuel AME, en Carolina del Sur.
Los monumentos enlistados para quitarse incluyen una columna de mármol de 18 metros (60 pies) dedicada al general confederado Robert E. Lee y una enorme estatua ecuestre de P.G.T. Beauregard, un general confederado nacido en Louisiana.
También se incluye en los planes, la estatua del presidente confederado Jefferson Davis y un obelisco dedicado a un grupo de supremacistas blancos que buscaban derrocar al gobierno de Reconstrucción biracial en Nueva Orleans.
