El presidente Barack Obama dio un encendido y combativo discurso en Milwaukee, en el estado de Wisconsin, para defender la conducción de la economía por su gobierno, en el Día de Trabajo.
El mensaje del mandatario ante una audiencia receptiva compuesta principalmente por representantes sindicales, pareció también dirigido a hacer frente a la caída en los niveles de aprobación de su gestión en la conducción de la economía.
Enfático, el mandatario cuestionó a la audiencia si querían seguir adelante o volver al pasado, para responder "queremos seguir adelante, Estados Unidos siempre va adelante", afirmó y pidió el apoyo para los candidatos oficialistas para las elecciones legislativas de medio término en noviembre, para avanzar con su proyecto.
Las últimas encuestas conocidas antes de su discurso establecen que apenas un 40% por ciento aprueba la labor del presidente en materia económica, frente a un 59% que la desaprueba, por más que un 50% sigue aprobando su gestión en general.
Al iniciar su discurso, el mandatario recordó que “un trabajo es más que un salario, es darle un sentido y propósito” a la vida y que “8 millones de personas perdieron sus trabajos” durante la “crisis que sumergió a Estados Unidos en la peor recesión de la historia”.
También Obama reconoció que “los nuevos empleos no están apareciendo lo suficientemente rápido”, pero asumió ante la audiencia y en su mensaje a la nación, un compromiso que resumió en dos puntos.
El primero es que “voy a continuar luchando cada minuto para recuperar esta economía y para que la gente consiga un trabajo y para recuperar el sueño estadounidense”.
Y segundo, “creo que Estados Unidos no puede tener una economía con un crecimiento fuerte, sin una clase media fuerte”, sentenció.
A la misma vez, el mandatario destacó que un principio que es común a todos, es que “los estadounidenses necesitan tener asegurada su jubilación, incluso si no son ricos”.
Propuesta
El mandatario propuso que se realicen “inversiones a largo plazo en infraestructura nacional”, que ha sido estimada en $50.000 millones de dólares para estimular la economía.
El plan de infraestructura tiene por objetivo reconstruir 241.390 kilómetros de carreteras; construir y mantener más de 6.400 kilómetros de vías férreas; y la rehabilitación o reconstrucción de cerca de 240 kilómetros de pistas de aeropuerto, al tiempo que se instalarían nuevos sistemas de navegación para reducir el tiempo de vuelo y los retrasos.
Créditos impositivos
Además, el mandatario propondrá en los próximos días, extender permanentemente créditos impositivos para investigación y desarrollo de empresas.
La intención del presidente estadounidense es impulsar el crecimiento del mercado laboral.
La propuesta costaría unos $100.000 millones de dólares durante 10 años, lo que las autoridades dicen sería cubierto con la eliminación de otras exenciones de impuestos corporativos.
Por su parte, representantes del opositor partido Republicano criticaron el enfoque del presidente Obama.
El excandidato presidencial, al que Obama derrotó en las pasadas elecciones, el senador John McCain, dijo que las políticas económicas del gobierno eran un fracaso y que deberían extender las reducciones de impuestos que expiran en diciembre próximo.
“Esta es la primera cosa que se debe hacer es extender los recortes impositivos que están vigentes, para que la gente tenga certezas”, dijo McCain.
Economistas como Mark Zandi, de Moody´s Economy.com, manifestaron su preocupación sobre la posibilidad de lo que llaman una doble caída en la recesión, donde la economía parece recuperarse, para retornar al crecimiento negativo.
Por su parte, Laura Tyson, quien se desempeña en el Consejo Asesor sobre Economía de la Casa Blanca, dijo que entre las medidas que se están discutiendo para activar la economía están los créditos impositivos.
“Tenemos que preocuparnos sobre el poder de gasto de la mayoría de la población. El 98% de la población para quienes extenderemos los recortes de impuestos, ahí es donde se van a lograr los mayores niveles de consumo”, dijo Tyson. La funcionaria insistió en que “tenemos que ayudar a la gente con sus ingresos”.
Las reducciones impositivas fueron aprobadas por el expresidente George W. Bush. En cambio el presidente Obama sostiene que está a favor de las reducciones impositivas para las familias que ganan hasta $250.000 dólares al año.