El presidente Barck Obama dio este jueves un empujón a su campaña electoral con un discurso en una universidad comunitaria de Cleveland, en Ohio, en el que defendió su manejo de la economía y pintó a su virtual rival republicano, Mitt Romney, como un seguidor de las políticas aplicadas durante la era del presidente George W.Bush.
“Quiero decir a todos los que me ven y puede que no me apoyen, o tal vez estén indecisos, que piensen en las elecciones (de noviembre) de otra manera (...) si quieren dar una nueva oportunidad a las políticas de la última década, deben entonces votar por el señor Romney”, dijo.
Pronunciado en un estado que tanto demócratas como republicanos consideran crucial de cara a los comicios, Obama señaló en su discurso de 53 minutos que “por supuesto, la economía no está donde necesita estar”, y lo dijo desde una tribuna en la que aparecía inscrito su lema de campaña electoral: “Hacia adelante”.
A sólo unos 400 kilómetros de allí, en el mismo estado y poco antes, Romney habló a los electores desde una compañía de aluminio en Cincinnati, y también dio a los votantes su versión de las elecciones del 6 de noviembre.
“Si usted piensa que las cosas marchan de manera espléndida, si cree que el presidente tenía la razón cuando dijo que al sector privado le va bien, entonces debe votar por él”, dijo Romney.
Tratando de hacer ver que sus fórmulas económicas están funcionando y que si gana Romney sobrevendría una crisis, Obama apeló a la paciencia de los estadounidenses y acusó a los republicanos de boicotear en el Congreso sus esfuerzos para reactivar la economía.
Coincidiendo con su discruso, la firma encuestadora Gallup diufndió los resultados de un sondeo en el que alrededor de las dos terceras partes de los estadounidenses entevistados culpó al ex presidente Bush de la mala situación económica por la que atraviesa el país.
Casi el 68 por ciento de los encuestados dijo que el ex presidente es “algo responsable” o “en gran parte” del mal rumbo que ha tomado la economía. El 52 por ciento de los participantes le echaron la culpa a Obama.
Como dato curioso, 49 por ciento de los republicanos entrevistados en el sondeo dijeron que Bush era moderadamente o ampliamente responsable por el estado de la economía, mientras que entre los demócratas el 90 por ciento señalaron a Bush y sólo el 19 por ciento echó gran parte de la culpa al presidente.
Según Gallup, de la encuesta se deprende que "los republicanos, en síntesis, están significativamente más dispuestos a culpar a su último presidente republicano que los demócratas a culpar a Obama".
“Quiero decir a todos los que me ven y puede que no me apoyen, o tal vez estén indecisos, que piensen en las elecciones (de noviembre) de otra manera (...) si quieren dar una nueva oportunidad a las políticas de la última década, deben entonces votar por el señor Romney”, dijo.
Pronunciado en un estado que tanto demócratas como republicanos consideran crucial de cara a los comicios, Obama señaló en su discurso de 53 minutos que “por supuesto, la economía no está donde necesita estar”, y lo dijo desde una tribuna en la que aparecía inscrito su lema de campaña electoral: “Hacia adelante”.
A sólo unos 400 kilómetros de allí, en el mismo estado y poco antes, Romney habló a los electores desde una compañía de aluminio en Cincinnati, y también dio a los votantes su versión de las elecciones del 6 de noviembre.
“Si usted piensa que las cosas marchan de manera espléndida, si cree que el presidente tenía la razón cuando dijo que al sector privado le va bien, entonces debe votar por él”, dijo Romney.
Tratando de hacer ver que sus fórmulas económicas están funcionando y que si gana Romney sobrevendría una crisis, Obama apeló a la paciencia de los estadounidenses y acusó a los republicanos de boicotear en el Congreso sus esfuerzos para reactivar la economía.
Coincidiendo con su discruso, la firma encuestadora Gallup diufndió los resultados de un sondeo en el que alrededor de las dos terceras partes de los estadounidenses entevistados culpó al ex presidente Bush de la mala situación económica por la que atraviesa el país.
Casi el 68 por ciento de los encuestados dijo que el ex presidente es “algo responsable” o “en gran parte” del mal rumbo que ha tomado la economía. El 52 por ciento de los participantes le echaron la culpa a Obama.
Como dato curioso, 49 por ciento de los republicanos entrevistados en el sondeo dijeron que Bush era moderadamente o ampliamente responsable por el estado de la economía, mientras que entre los demócratas el 90 por ciento señalaron a Bush y sólo el 19 por ciento echó gran parte de la culpa al presidente.
Según Gallup, de la encuesta se deprende que "los republicanos, en síntesis, están significativamente más dispuestos a culpar a su último presidente republicano que los demócratas a culpar a Obama".
