Después de más de una semana de negociaciones de paz en Ginebra entre el gobierno sirio y la oposición, las conversaciones concluyeron sin resultados.
Las autoridades de Damasco rehusaron comprometerse a asistir a una nueva ronda de diálogo convocada para el 10 de febrero por el mediador de Naciones Unidas, Lakhdar Brahimi.
Ambas partes se culpan una a otra de la guerra que desde hace tres años desangra al país, y siguen profundamente divididas en cuanto a cómo poner fin al conflicto.
La oposición exige que un nuevo gobierno de transición sea formado sin la presencia del actual presidente Bashar al Assad, pero el gobierno rehúsa aceptarlo.
Brahimi dijo que la oposición confirmó estar dispuesta a participar en una segunda ronda de conversaciones el 10 de febrero, pero el canciller sirio, Walid al-Moallem, indicó que antes Assad recibirá un informe y entonces el gobierno decidirá qué hacer.
Según activistas sirios, solo durante la semana de negociaciones murieron en el país 1.900 personas, incluidos al menos 430 civiles.
Las autoridades de Damasco rehusaron comprometerse a asistir a una nueva ronda de diálogo convocada para el 10 de febrero por el mediador de Naciones Unidas, Lakhdar Brahimi.
Ambas partes se culpan una a otra de la guerra que desde hace tres años desangra al país, y siguen profundamente divididas en cuanto a cómo poner fin al conflicto.
La oposición exige que un nuevo gobierno de transición sea formado sin la presencia del actual presidente Bashar al Assad, pero el gobierno rehúsa aceptarlo.
Brahimi dijo que la oposición confirmó estar dispuesta a participar en una segunda ronda de conversaciones el 10 de febrero, pero el canciller sirio, Walid al-Moallem, indicó que antes Assad recibirá un informe y entonces el gobierno decidirá qué hacer.
Según activistas sirios, solo durante la semana de negociaciones murieron en el país 1.900 personas, incluidos al menos 430 civiles.