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El papa aboga por un trato "humano y justo" a los migrantes


El presidente de Cámara de Representantes, John Boehner, y el vicepresidente Joe Biden aplauden a la llegada del papa Francisco al Congreso.
El presidente de Cámara de Representantes, John Boehner, y el vicepresidente Joe Biden aplauden a la llegada del papa Francisco al Congreso.

Francisco pide a congresistas evitar la tentación de "deshacernos de lo que nos parece problemático".

El papa Francisco pidió a Estados Unidos ver a los migrantes como “personas, ver a sus caras… escuchar sus historias” y responderles en una forma “justa y fraternal”.

Sus palabras ante una sesión conjunta del Congreso fueron las más fuertes y precisas sobre los migrantes desde que comenzó su visita a Estados Unidos el martes pasado, y aunque comenzó refiriéndose a los migrantes de Medio Oriente que van hacia Europa, terminó con una referencia para los de este continente que buscan el norte.

La multitud afuera del Capitolio ve el discurso del papa en pantallas gigantes. [Foto: Gioconda Reynolds, VOAQ]
La multitud afuera del Capitolio ve el discurso del papa en pantallas gigantes. [Foto: Gioconda Reynolds, VOAQ]

"Nosotros, la gente de este continente, no tenemos miedo de los extranjeros, porque muchos de nosotros fuimos una vez extranjeros. Les digo esto como hijo de inmigrantes, sabiendo que muchos de ustedes también son descendientes", comenzó.

“Nuestro mundo está en medio de una crisis de refugiados de una magnitud no vista desde la II Guerra Mundial –dijo. Esto nos presenta con grandes retos y muchas decisiones difíciles. En este continente, también, miles de personas se ven obligadas a viajar hacia el norte en busca de una vida mejor para sí mismos y sus seres queridos, en busca de mejores oportunidades”.

“¿No es esto lo que queremos para nuestros propios hijos?”, preguntó para después continuar con un sabio consejo.

“No debemos desconcertarnos por sus cantidades, sino que verlos como personas, viéndoles a la cara y escuchando sus historias, tratando de responder de la mejor forma que podamos. Responder en una forma que siempre sea humana, justa y fraternal”, remarcó.

“Debemos evitar una tentación común en nuestro días: deshacernos de lo que nos parece problemático. Recordemos la Regla de Oro: ‘Has a otros lo que quisieras que te hagan a ti’… Tratemos a los demás con la misma pasión y compasión con la que queremos ser tratados nosotros“.

"En una palabra, si queremos seguridad, demos seguridad; si queremos vida, demos vida; si queremos oportunidades, demos oportunidades" dijo el Pontífice.

El papa también se refirió al aborto y a la pena de muerte señalando “nuestra responsabilidad de proteger y defender la vida huma en cada etapa de su desarrollo”.

De igual manera habló sobre el progreso económico en “esta parte del mundo”, pero pidió a los legisladores “a tener en mente a todos aquellos a nuestro alrededor que están atrapados en un ciclo de pobreza… Ellos también necesitan tener esperanzas”.

Sobre el cambio climático el Pontífice hizo un llamado a un esfuerzo “valiente y responsable” para evitar los efectos más serios del deterioro ambiental causado por la actividad humana.

“Estoy convencido que podemos hacer la diferencia y no tengo dudas que Estados Unidos –y este Congreso—tienen un importante papel que jugar”, apuntó.

Los republicanos se pusieron de pie cuando el papa habló sobre "lo esencial que ha sido la familia en la construcción de este país".

"No puedo ocultar mi preocupación por la familia, que está siendo amenazada, probablemente con nunca antes, desde dentro y desde fuera. Las relaciones fundamentales están siendo cuestionadas, como también la propia base del matrimonio y la familia. Yo solo puede reiterar la importancia y, sobre todo, la riqueza y la belleza de la vida en familia", subrayó.

El papa hizo una referencia a “tres hijos y una hija de esta tierra, cuatro individuos y cuatro sueños: Lincoln, libertad; Martin Luther King, libertad en pluralidad sin exclusión; Dorothy Day, justicia social y los derechos de las personas; y Thomas Merton, la capacidad para el diálogo y la apertura hacia Dios”.

“Es mi deseo que este espíritu continúe desarrollando y creciendo, para que tantos jóvenes como sea posible puedan heredar y florecer en una tierra que ha inspirado a tantos a soñar”, finalizó.

El discurso del papa duró una hora y media y fue pronunciado en inglés con fuerte acento, lo cual requirió mucha atención de los legisladores y los periodistas para comprender algunos de los mensajes más sútiles del Sumo Pontífice.

Terminado el discurso el papa salió a un balcón para saludar a la multitud que siguió el discurso desde los jardínes del Capitolio.

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