Los peruanos esperan el domingo un mensaje de unidad y esperanza del Papa Francisco, quien cerrará con una misa en Lima una visita en la que defendió a nativos amazónicos de la explotación de sus tierras, fustigó la corrupción, el feminicidio y la inseguridad ciudadana.
El Sumo Pontífice, quien llegó el jueves a Perú, oficiará la misa en un campo de la base aérea La Palmas de la capital, donde está previsto que asistan más de un millón de personas. Muchas hicieron vigilia en el lugar toda la noche a la espera de la hora de la eucaristía, para la cual están anticipadas altas temperaturas y una radiación ultravioleta extrema.
“Después de 30 años voy a poder ver a un Papa. Estoy ansiosa, ojalá nos dé un mensaje de paz y esperanza, nuestro país lo necesita”, dijo Elvira Guerrero, ama de casa de 38 años que planea acudir a la misa con sus dos hijos.
Lima, que alberga casi un tercio de los 32 millones de habitantes del país andino, lucía ambiente de fiesta, con carteles en las calles colocados desde antes del arribo del religioso de nacionalidad argentina.
La acogida de los peruanos ha sido muy cálida en todas las actividades del Sumo Pontífice, con emociones y lágrimas.
En su viaje del sábado al norte, pidió luchar contra la “plaga” del feminicidio, en un día en el que cargó también contra la violencia de los sicariatos y la falta de oportunidades de los habitantes de la región.
Un día antes, hizo una encendida defensa de los pueblos amazónicos y del medio ambiente que los alberga, al afirmar que los grandes negocios y “la avidez del consumo” no deben destruir su hábitat natural, clave para todo el planeta.
Tributo a santos peruanos
Antes de la misa, el Papa se reunirá con cientos de sacerdotes y monjas en la Catedral de Lima, una basílica de estilo renacentista y neoclásico construida mayormente entre los siglos XVI y XVII sobre palacios incas. Allí rendirá tributo a tres santos peruanos.
Pese a que el número de católicos ha descendido en Perú, el nivel de fieles es unos de los más altos de Latinoamérica. Un sondeo de la firma Datum publicado la última semana reveló que un 72 por ciento se manifiesta como católico, por debajo del 81 por ciento de hace más de una década.
Francisco salió varias veces al balcón de la Nunciatura -donde se aloja- para orar y saludar a la multitud allí congregada noche y día. Asimismo, al iniciar sus actividades cada jornada, dedicó un tiempo para saludar y bendecir a los presentes, especialmente a niños enfermos.
El Perú visitado por el Papa es un país dividido, luego de que el presidente Pedro Pablo Kuczynski otorgara en vísperas de la Navidad un indulto al exmandatario Alberto Fujimori, de 79 años, quien cumplía prisión por su responsabilidad en la matanza de 25 personas, entre ellas un niño.
La visita de Francisco se produce también en momentos en que el país es presa de escándalos de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht y que involucró a cuatro últimos gobiernos, incluido el de Kuczynski.
La última vez que un Papa estuvo en Perú, un país históricamente conservador, fue hace tres décadas. El fallecido Juan Pablo II visitó la nación andina en 1985 para una visita apostólica y en 1988 para un Congreso Eucarístico.
Al finaliza la jornada, volverá al Vaticano tras una gira que lo llevó también a Chile, donde llamó a la unidad, al perdón, a abrir sus brazos a las nuevas oleadas de inmigrantes y pidió perdón por los casos de abusos sexuales que han involucrado a sacerdotes en los últimos años.
Reuters